La Cámara Civil y Comercial Federal revocó una resolución que admitió una excepción de falta de legitimación pasiva por parte del Senado Nacional, en el marco de una demanda por $11 millones que le inició el dueño de la empresa Boldt a Amado Boudou a raíz de la causa por la ex calcográfica. El Tribunal ordenó que el Poder Legislativo sea citado como tercero.
La causa Ciccone, que tiene al ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou procesado y al borde del juicio oral, tiene derivaciones que exceden la investigación penal y que impactan no sólo en los implicados al caso, sino también al Estado Nacional.
La Justicia Civil y Comercial admitió que el Senado de la Nación sea citado como tercero en la causa por daños y perjuicios iniciada por Antonio Tabanelli, dueño de la empresa Boldt, contra Amado Boudou, en la que se le reclama al ex vice una indemnización de $ 11 millones – 10 por daño material y 1 por daño moral -.
El empresario acusó a Boudou de frustrarle la posibilidad de obtener ganancias y de disponer en cualquier momento de las acciones de “Bolt S.A.” y “Boldt Gaming S.A.” a efectos de su transferencia, cuando salió a la luz el caso.
En la causa, que se caratuló “Tabanelli Antonio Angel c/ Boudou Amado s/ daños y perjuicios” y que inicialmente tramitó en el fuero Civil Ordinario, Boudou contestó demanda, planteó la incompetencia del fuero y pidió la citación como tercero del Estado Nacional con sustento en que en la causa “se cuestiona la actuación de un funcionario público actuando en esa calidad”.
El Estado se presentó y dedujo una excepción de falta de legitimación pasiva, exponiendo “que no existe vínculo alguno entre el asunto que se ventila en autos y el Senado de la Nación en su carácter de organismo legislador”. El argumento de Boudou prosperó y el expediente pasó al fuero Civil y Comercial Federal, donde en Primera Instancia se hizo lugar a la excepción planteada por el representante del Senado y lo dejó afuera de la causa.
La resolución explicaba que no se le había imputado al Estado Nacional “acción u omisión alguna que le haya causado un daño”, ni se había invocado “su responsabilidad refleja en su carácter de empleador del accionado”. Además, de que, según esa resolución, “la pretensión resarcitoria se funda en el hecho propio del demandado a título personal”.
El ex vicepresidente apeló la decisión argumentando que “el tratamiento de la excepción de falta de legitimación pasiva opuesta por el Estado Nacional debió haber sido diferido para el momento de dictar sentencia definitiva” y la Sala III de la Cámara del fuero le dio la razón.
Con los votos de los camaristas Ricardo Gustavo Recondo, Guillermo Alberto Antelo y Graciela Medina, la Alzada sentenció que la tesis sobre falta de vínculo jurídico entre el Senado y el asunto en debate, “es una cuestión que no hace, en sentido estricto, a la pretensión entablada por el actor contra el señor Boudou, sino que conforma un argumento defensivo propio, que eventualmente podrá oponer al reclamo que éste le entable, de resultar aquí condenado por el reclamo que se le formula”
Para los magistrados, ello no implicaba “obligar a la parte actora a litigar contra el tercero, que no pasa a ser demandado, sino solamente darle la intervención imprescindible para que las actuaciones puedan serle opuestas en la eventual acción de regreso”.
Sobre esa base, la Cámara concluyó que no resultaba admisible la defensa de falta de legitimación pasiva para obrar, dado que “el tercero no ha sido demandado y, en consecuencia, no puede discutir la calidad de tercero que se le atribuye”.