En EEUU una mujer demandó a un político por usar un "meme" en una campaña. La fotografía estaba registrada bajo las leyes de copyright. Un jurado finalmente determinó que existió una violación de los derechos de autor y condenó al pago de una indemnización.
En Estados Unidos una mujer presentó una demanda contra un congresista por hacer uso de un “meme” registrado con derechos de autor durante una campaña política sin autorización previa.
La acción se entabló ante la Corte del Distrito de Sioux en el Estado de Iowa, donde la actora cuestionó que el “meme” que en realidad era la fotografía de su hijo levantando un puño en señal de afirmación conocido como “Success Kid”, que estaba registrado en la Oficina de Derechos de Autor de ese país desde 2012, fue utilizado a finales de 2020 por un congresista Steve King en una campaña política que buscaba recaudar fondos que se publicó en redes sociales y en la página web del demandado, todo ello sin autorización de la actora, lo que implicaba una violación a sus derechos de autor.
En Estados Unidos, una mujer presentó una demanda contra un congresista por hacer uso de un “meme” registrado con derechos de autor durante una campaña política sin autorización previa....lo que implicaba una violación a sus derechos de autor.
Si bien el demandado alegó que no era infractor, que la fotografía carecía de autoría suficiente por parte de la actora para ser objeto de derechos de autor y que además los actores concedieron una licencia implícita para utilizar la obra, a la vez que la autora abandonó sus derechos de autor sobre la fotografía y no logro probar que se utilizó una copia ilícita, aún si se declarara que se cometió una infracción señalaron que el uso por su parte constituía un uso legítimo (fair use) en el marco de la ley de propiedad intelectual estadounidense.
El tribunal concedió un juicio sumario a favor del congresista porque según este no podía ser responsable por los actos de su comité de campaña solo por ser miembro o directivo, habiendo demostrado que no era personalmente responsable de una infracción, pese a que los actores alegaban que fue él mismo quien subió la fotografía a su cuenta de Twitter, se acreditó que su única intervención en relación a los hechos fue la aprobación del lenguaje de disculpas y que ninguno del comité sabía que la imagen tenía derechos de autor, lo que surgía de una cadena de mails. Además, se entendió que la demanda se entabló contra el congresista como autor a título personal, y no como miembro de un comité.
El jurado decidió que la campaña efectivamente violaba los derechos de autor de los actores y condenó al pago de daños y perjuicios por el mínimo permitido por ley, es decir, 750 dólares, pero al igual que el juez consideraron que el congresista no violo personalmente los derechos de autor al no conocer el meme antes de su publicación por parte de su comité y que por otro lado la publicación no podía considerarse que invadiera la intimidad del actor incluido en la fotografía cuando era un niño.
En cuanto a las demandas contra el comité por la violación de derechos de autor, y por la invasión a la intimidad del niño de la fotografía, hoy ya mayor, debían ser debatidas por un jurado para determinar si la versión modificada de la fotografía seguía constituyendo una infracción.
Finalmente, el jurado decidió que la campaña efectivamente violaba los derechos de autor de los actores y condenó al pago de daños y perjuicios por el mínimo permitido por ley, es decir, 750 dólares, pero al igual que el juez consideraron que el congresista no violo personalmente los derechos de autor al no conocer el meme antes de su publicación por parte de su comité y que por otro lado la publicación no podía considerarse que invadiera la intimidad del actor incluido en la fotografía cuando era un niño.