¿Cuántos miembros debería tener la Corte Suprema? Diario Judicial consultó la opinión de los abogados constitucionalistas Daniel Sabsay, Gregorio Badeni, Félix Loñ y Andrés Gil Domínguez para saber cuál creen que es el mejor número para integrar el Máximo Tribunal. ¿Tres, cinco, siete o nueve es el número que permite mejores acuerdos?
Las muertes de Enrique Petracchi y Carmen Argibay, la dimisión de Eugenio Zaffaroni y la pronta partida de Carlos Fayt, dejan la integración de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) en una situación inusual: después del diez de diciembre, contará con solo tres miembros y la falta de acuerdo político parece que sostendrá esta situación durante algún tiempo.
Como la designación de los miembros del Máximo Tribunal tiene que tener un trámite parlamentario y los postulantes deben contar con dos tercios del apoyo de los legisladores, la situación parece que no avanzará en el corto plazo. Este escenario trajo consigo, además, la discusión acerca de cuántos integrantes debería tener la CSJN.
Diario Judicial consultó con abogados constitucionalistas su posición con respecto a este tema, y las respuestas variaron y hubo un número que, además, resuena en la historia por ser el número que más años se mantuvo en vigencia, que es cinco.
En este sentido, Gregorio Badeni señaló que “cinco sería el número correcto. No veo por qué se justificaría un aumento en la cantidad de integrantes en este momento. Además, a mayor cantidad de miembros, mayor lentitud del proceso. No es lo mismo que tengan que leer el expediente cinco personas que siete, o nueve para el caso”.
El letrado profundizó su opinión: “No sería correcto aumentar el número de integrantes y menos aún si ese aumento requiere forjar un acuerdo político para que ingresen miembros que respondan a intereses partidarios. El acuerdo político se tiene que dar sobre las dos vacantes que van a haber después del 10 de diciembre pero debe ir sobre dos personas independientes y que estén más en sintonía con los preceptos constitucionales de nuestro país”.
El abogado constitucionalista Daniel Sabsay se manifestó en sintonía con Badeni: espetó que la mejor integración “es la de cinco miembros, es la que está establecida y sería un error aumentarla con un nuevo gobierno. Sentaría un excelente precedente que cada presidente que venga respete la cantidad de miembros que existía al momento de su llegada al poder. Esto representaría una garantía de independencia”.
Pero Félix Loñ abrió el juego cuando opinó que, si bien cinco miembros es un número aceptable, no debería haber inconvenientes en extenderla hasta siete. En estos términos, afirmó que las especialidades que registra cada integrante podrían hacer que en una Corte Suprema más extendida tengan su peso específico.
Después de un repaso histórico en donde recordó las integraciones de siete miembros durante la presidencia de Arturo Frondizi, el letrado afirmó que “esta cantidad tiene antecedentes, aunque tampoco conviene hacer una corte muy extensa porque eso puede hacer más lenta la administración de Justicia. Con cinco miembros funciona, y hasta siete estaría bien”.
Finalmente, y en la posición que más se aleja de los primeros opinantes, el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez afirmó que el número podría variar entre siete y nueve, pero que, idealmente, debería ser nueve. “Esta integración permitiría una mayor integración en términos de género, de ideología y de federalismo. Permite, a su vez, una mayor circulación y variedad argumental”.
Sin embargo, el letrado vio lejos la posibilidad de llegar a alguno de estos acuerdos en el corto plazo: “Me parece que los acuerdos políticos tienen que estar basados en una madurez institucional que todavía no hemos alcanzado. No se pueden proponer candidatos y que después vayan a buscar el consenso, tienen que estar consensuados de antemano”, explicó el abogado en relación a la discusión sobre cómo se designarán los nuevos miembros que deberán acoplarse después del 10 de diciembre.
Un poco de historia
La primera integración de la CSJN fue determinada a raíz de la entrada en vigencia de la Constitución Nacional de 1853. Allí se determinó que los miembros del Máximo Tribunal nacional serían nueve jueces y dos fiscales. Pero, entonces, no llegó a funcionar bajo esa premisa porque no se pudo terminar de integrar.
Poco tiempo después, en 1860, a través de la Ley 27, se determinó el número de integrantes que más duraría a lo largo de la historia de nuestro país, que es el de cinco. Y, finalmente, a instancias del presidente Bartolomé Mitre, se integró la primera Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Durante la presidencia de Arturo Frondizi, en el año 1960, se decidió elevar el número de integrantes del Máximo Tribunal nacional a siete, pero durante la dictadura de Juan Carlos Onganía ese número volvió a reducirse y se reestableció en cinco jueces. En 1990, el entonces presidente Carlos Menem elevó este número a nueve.
Con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia, la integración se reduce a siete ministros y se compone con los últimos que formaron parte de la CSJN: Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carmen Argibay, Enrique Petracchi, Carlos Maqueda, Carlos Fayt y Eugenio Zaffaroni. Vale recordar que en 2005, Antonio Boggiano fue destituido de su cargo en el Máximo Tribunal nacional.