Luego de 7 meses de discusión y por 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones, el Parlamento catalán prohibió este miércoles las corridas de toros en la región del noreste de España, a partir del 1º de enero 2012.

Hasta ese día la plaza de La Monumental de Barcelona, una de las más antiguas en España, podrá programar corridas.

Con esta decisión, Cataluña será la segunda región española en prohibir la Fiesta. Ya en 1991 lo habían hecho las islas Canarias. Igualmente, para frenar el impulso, el opositor Partido Popular trabajaría en el Congreso nacional para que puedan continuar las corridas de toros en el resto de la península ibérica.

La propuesta para terminar con las corridas de toros surgió de una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), organizada por la organización Prou! (basta, en catalán) que reunió más de 180 mil firmas. El petitorio al Parlamento en diciembre de 2009 y en el texto se consideraba a la práctica como una “barbarie”.

Los diputados del PP y del grupo Ciutadans votaron en contra de la prohibición en tanto que los legisladores del Partido Socialista de Cataluña (PSC) y los nacionalistas de Convergencia i Unió tuvieron libertad para votar de acuerdo a sus convicciones.

Según adelantó el diario El País, la Plataforma por la Defensa y Promoción de la Fiesta anunció que intentará llevar la prohibición al Tribunal Constitucional aunque aún no hizo ninguna presentación judicial.

La ley aprobada este miércoles establece que la Generalitat catalana negociará con los empresarios taurinos las indemnizaciones. Mientras la Plataforma por la Defensa y Promoción de la Fiesta calculó pérdidas por 300 millones de euros, los antitaurinos consideraron elevada esa cifra aunque pidieron que se garantice que los trabajadores del sector sean recolocados.

Según las crónicas locales, la sesión del Parlamento fue seguida con mucha atención y los abolicionistas celebraron el triunfo con gritos, aplausos, abrazos y emoción.

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