Es el análisis que hacen los consejeros sobre la
oportunidad de la Corte para impulsar el conflicto. No son pocos, además, los que analizan que el Consejo afronta una situación de debilidad por la variedad de problemas que debe
resolver, entre ellos la instrumentación de los concursos para magistrados, una situación que se agrava a partir de las urgencias del Gobierno para cubrir las 100 vacantes. Esta semana habría una reunión con Ricardo Gil Lavedra para
señalarle que si Fernando de la Rúa quiere jueces ya, que mande una ley al Congreso que derogue las disposiciones de la ley que reglamentó el funcionamiento del Consejo y los plazos para
seleccionar a los jueces. También le recordarán al ministro de Justicia que el Consejo espera la designación del representante por el Poder Ejecutivo y que algunos entienden que se trata
de un distancia del gobierno hacia el organismo. Esa situación de debilidad, habría sido aprovechada por los "halcones" de la
Corte para golpear ahora, con el objetivo de dividir bien las aguas y dejar en claro su supremacía constitucional, un argumento utilizado en abundancia en la Acordada de la crisis.
Este grupo, el más numeroso, considera al Consejo un organismo impropio para la naturaleza intrínseca de este Poder Judicial,
de molde norteamericano, pero que fue impuesto por
circunstancias políticas de ocasión sin advertir las consecuencias futuras.
hugo morales / dju
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