En los hechos tomó intervención el procurador de la provincia, Aldo Saravia, luego de que se detectarán que en ese inmueble se generaban grandes gastos en facturas de teléfonos.
Los técnicos descubrieron al recorrer los cables que al final de una escalera y en un sector que se utiliza como depósito, se adaptó una ficha para una conexión clandestina.
Según se pudo determinar la ficha que se había adaptado servía para realizar escuchas de conversaciones que se producían tanto entre los internos como hacia fuera y también podía utilizarse para hacer llamadas directas de un aparato telefónico.
Cuando Saravia tomó conocimiento de los hechos ordenó que se comenzara a instruir un sumario administrativo a todo el personal que trabaja en el lugar el cual abarca desde ordenanzas a administrativos y profesionales.
Asimismo, dio inició a una causa penal la cual esta en manos del Juzgado de Instrucción de II Nominación a cargo de José Luis Bruno, quien inició una investigación y entrevistó al personal responsable del Ministerio.
Según fuentes cercanas a la investigación ya se habría detectado que casi todos los llamados se habrían hecho por la tarde, el horario de menor actividad en el edificio y este dato motivó que la instrucción también se centre en el personal policial que presta servicio de vigilancia.