El caso llegó nuevamente a los estrados a raíz de que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ordenó que se revisará una sentencia anterior que había dispuesto una indemnización de 290 millones de dólares a favor de los demandantes.
El pronunciamiento anterior había sido apelado por la empresa que se quejó de la elevada suma que debía abonar, recurso que fue aceptado por el alto tribunal estadounidense al hacer lugar a las quejas por lo que dispuso que debía repetir el proceso.
En el nuevo pronunciamiento el tribunal de segunda instancia entendió que Ford “no cumplió los estándares de seguridad de algunos componentes de su modelo Bronco” y por eso dispuso que la firma debía indemnizar a los familiares de las tres personas que murieron como consecuencia del accidente y de las deficiencias del rodado en el que circulaban.