La decisión de seguir adelante con la investigación, donde no hay detenidos ni acusados, se basó en la información que envió a comienzos de este año el juez federal argentino Juan José Galeano, donde se da por acreditado la vinculación de este atentado con el ocurrido un día antes en la sede de la AMIA en Buenos Aires, donde murieron 85 personas.
DiarioJudicial.Com accedió a la nota por la cual la Sala de Negocios Generales de la Corte Suprema de Justicia de Panamá consideró "viable" el exhorto enviado por el juez argentino para incorporar a la causa por la caída del avión en el país centroamericano.
En marzo pasado, Galeano envió a Panamá una copia de la llamada "resolución internacional", donde pidió una serie de capturas internacionales de ex funcionarios y diplomáticos iraníes, a quienes acusó de "conspirar" para la realización del atentado en Buenos Aires y del legajo 278 donde se recopiló información sobre el bombazo al avión panameño.
En esa resolución, publicada íntegra en su momento por este diario, el ahora ex juez de la causa AMIA recuerda que pocos días después de los atentados de Buenos Aires y Colón, el 23 de julio de 1994, la organización terrorista Ansar Allah (Los Leales a Dios, según una traducción posible) mediante un comunicado se adjudicó ambos hechos.
"Lo que ha sucedido en la Argentina y Panamá no se paralizará sino que continuará donde quiera se encuentre el sionismo hasta eliminarlo, y hasta que impere la justicia en el mundo y se aplique la legislación islámica en todas partes", decía uno de los comunicados.
Después, la resolución recuerda que se cree que en el avión panameño viajaba un ciudadano libanés llamado Jamal Lya, que fue quien detonó un aparato explosivo, inmolándose. También en el atentado de Buenos Aires se concluyó que hubo un conductor suicida.
La Corte panameña consideró "de gran valor" las conclusiones argentinas, que fueron enviadas aunque no existe acuerdo de asistencia jurídica entre los dos países; desde Buenos Aires se envió la información en base a principios del derecho internacional.
Pedido de un familiar
Ya en julio último el hermano de una de las víctimas fatales del atentado en Panamá, Arnold Schwartz, residente en Israel, le reclamó al fiscal general panameño que "por cierta conciencia moral", y para lograr la tranquilidad de los familiares de los muertos se esclareciera el caso.
La aeronave HP-1202 de Alas Chiricanas S.A. explotó en el aire a las 5:20 de la tarde del 19 de julio de 1994, cuando sobrevolaba con 21 personas a bordo el área de Sierra Llorona en Santa Rita de Colón, a solo seis kilómetros del lugar de despegue, durante un vuelo de rutina entre dos terminales domésticas.
Las condiciones climáticas en el área eran estables por lo que desde el principio se descartó la posibilidad de un accidente. Por la fuerte explosión, la nave (un bimotor Bandeirante de fabricación brasileña) se partió en dos y los cuerpos de las víctimas se esparcieron en un área de 400 metros.