Las decisiones de estos dos jueces coinciden con la que había tomado otro magistrado, Jorge Ballestero, quien ayer derivó a Suárez Mason al penal de Marcos Paz. El titular del Juzgado Federal 2 instruye la causa por la desaparición de una veintena de militantes montoneros en los últimos años de la dictadura militar.
Urso, por su parte, tiene a su cargo la causa por el plan sistemático de robo y cambio de identidad de bebés hijos de desaparecidos, y tomó la decisión de acuerdo al pedido de los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado, luego de indagar esta tarde a Suárez Mason en su despacho de Comodoro Py 2002.
En la audiencia, a la que llegó custodiado, negó haber violado su prisión domiciliaria, y que el embajador ecuatoriano lo hubiera llevado en su auto.
Antes, el juez le tomó una declaración testimonial al canciller Rafael Bielsa, quien ratificó que el embajador Germánico Molina, retirado ayer por el gobierno ecuatoriano, puso a disposición del represor un automóvil con inmunidad diplomática para trasladarlo a la fiesta de cumpleaños.
Bielsa ratificó que la Cancillería se enteró del episodio por una denuncia anónima y que aseguró que el hecho fue admitido por el propio embajador ecuatoriano, que ayer abandonó el país rumbo a Quito.
Por su parte, el juez Torres también coincidió con sus colegas y resolvió que el ex jefe del Cuerpo I del Ejército debe permanecer en una cárcel común. Este magistrado instruye el proceso de extradición a pedido de Alemania, donde se reclama al represor por su responsabilidad en la desaparición de dos ciudadanos de ese país.