“Se le pasó la oportunidad, no se acordaron o no lo tenían presente”, dijo Barbaccia, al fundamentar –con visible enojo- que el pedido de las defensoras Laura Fechino y Andrea Novello debía ser rechazado porque se presentó fuera de tiempo.
Según Barbaccia, la denuncia debió realizarse apenas las partes tomaron conocimiento del supuesto conocimiento de los fiscales sobre el pago a Carlos Telleldín y no luego del alegato fiscal, cuando ya formuló “la acusación y el pedido de penas”, remarcó.
De cualquier forma, el representante del Ministerio Público –hoy fiscal del fuero penal tributario y candidato firme a juez federal- indicó que no querían eludir las razones de fondo de la presentación defensista y en esa línea aseguró que siempre buscaron “promover la acción de la justicia” en la causa.
“No venimos a defendernos en este debate si no a promover la acción de la justicia en defensa de los intereses de la sociedad, que ha quedado cabalmente demostrada a lo largo de debate”, enfatizó Barbaccia, apenas mirando a los jueces del TOF 3, que decidieron tratar en la audiencia el pedido de recusación, en un procedimiento inédito en los 30 meses de juicio.
Barbaccia también le contestó al abogado de Ribelli, José Manuel Ubeira, quien adhirió a la presentación de las defensoras de Telleldín. Tal vez intentado devolver aunque sea en parte la andanada de críticas y denuncias que desgranó el defensor en su extenso alegato, Barbaccia contó una reunión privada con Ubeira, realizada antes del comienzo del juicio oral.
“Lo recibimos y le rogamos que nos ayudara a encontrar la verdad, pero nunca más volvió”, dijo Barbaccia sin abandonar el tono solemne. Sobre el final del planteo, el fiscal aseguró que “la actividad del Ministerio Público estuvo siempre guiada por el compromiso en búsqueda de verdad, por eso acusamos a los que nosotros pensamos que son partícipes necesarios del brutal ataque” a la AMIA.
Tras un cuarto intermedio, al caer la tarde el defensor oficial del ex policía bonaerense Raúl Ibarra, Víctor Valle, comenzaba su alegato que durará unos cinco días. Ayudado por un programa de presentaciones en pantalla gigante, Valle comenzó desmenuzando testimonios de sobrevivientes del atentado, tratando de demostrar que no habría existido la camioneta-bomba tal como lo asegura la acusación.