Según pudo confirmar este medio, efectivamente los jueces federales Norberto Oyarbide, Juan José Galeano, Claudio Bonadío, Jorge Urso y María Servini de Cubría enfrentan al menos una denuncia ante la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura. En varios de esos casos, las denuncias se remiten al 2001 y no todas revisten la gravedad requerida para promover la destitución de los acusados.
En su exposición, el titular de la cartera de Justicia también brindó estadísticas y repasó el detalle de las leyes ya enviadas al Congreso en el marco del Plan Estratégico de Seguridad y Justicia, pero evitó confrontar con el auditorio que criticó los "altos índices de inseguridad y la inacción del gobierno" frente a los piqueteros, entre otros temas.
Durante la jornada de hoy el presidente del bloque de diputados de la UCR, Horacio Pernassetti, tomó la posta del tema en pleno debate por el envío de tropas a Haití. Allí pidió al ministro Béliz que indique "hacia donde vamos, porque queremos una política clara en el tema", para luego concluir que lo hacía "con la intención de ayudar".
Hipótesis
Al parecer, el tema del desplazamiento del fuero federal hacia su fusión en un megafuero penal con 82 juzgados se va transformando en un proyecto prioritario de la gestión Beliz.
Así parece indicarlo la conclusión del encuentro en ACDE, donde mientras sus autoridades afirmaban que "la inseguridad está afectando el desarrollo económico, ya que además de la inseguridad jurídica, la inseguridad física comienza a ahuyentar a muchos" criticando el aumento del crimen y el protagonismo de los movimientos piqueteros, el ministro se despachó contra el fuero federal porteño.
Una variable que seguramente va ir tomando cuerpo en los próximos días, es la que Diariojudicial.com publicó en su columna Invoce del 6 de junio, cuando aún no se había desatado la virulenta pulseada por el poder entre Kirchner-Duahalde:
"...Muchos especulan en que el apuro por licuar al fuero federal –de comprobada volatilidad- en un mega fuero penal porteño, reside en que en algún momento, desde el gobierno, empiecen a surgir denuncias contra funcionarios de la corta gestión del presidente Duhalde. ¿Qué pasaría si ahora salen a la luz las tan comentadas carpetas azules que ojos de algunos compañeros vieron estratégicamente exhibidas como al pasar en el escritorio presidencial? Seguramente generaría un inmediato y conveniente respaldo de la dirigencia bonaerense, por cierto multitudinaria en las cámaras legislativas, que garantice la tranquilidad para ambos: duhaldismo y federales. Algunos piensan que el apremio de Béliz en lograr la reforma de los fueros, que no fue pedida por Blumberg, pero que le cargaron en su mochila como peludo de regalo, está urgida por la necesidad de desarmar un frente posible de cohesión en contra de los intereses del poder K."