Fue calificada a ese encuentro de policías antinarcóticos -un tema que será eje principalísimo en las relaciones bilaterales entre la Argentina y Estados Unidos y en donde la acción de la Justicia estará en el primer plano de esas relaciones, monitoreando la decisión de jueces y fiscales para combatir el tráfico de drogas- por parte del jefe de prensa de la DEA en Washington, Terry Parham, un viejo conocido de muchos jueces argentinos. Quien más brilló en esa cumbre mundial antinarcóticos -a decir verdad pasó bastante desapercibida en los medios si se tiene en cuenta su magnitud- fue el jefe de Policía de Colombia, José Rosso Serrano, quien tiene a su mando unos 100.000 policías. Rosso Serrano, un hombre de la confianza de la DEA por mantener buena sintonía con su estrategia de combatir el narcotráfico, insistió en la utilización de la Inteligencia Militar para combatir al narcotráfico. "Prefiero 5 agentes de Inteligencia bien entrenados y no 50 agentes comunes" fue su reflexión ante los delegados del gobierno argentino que asimilaron el mensaje: Estados Unidos quiere mayor compromiso de las Fuerzas Armadas criollas, fundamentalmente el Ejército y la Fuerza Aérea, para combatir a los carteles que utilizan el territorio nacional no solo como país de tránsito sino como mercado en crecimiento, una opción de análisis que el ministro Storani se empeñó en calificarla como arcaica.
hugo morales / dju
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