Ante ello, González presentó ante la jueza Cristina Garzón deLascano un habeas corpus para impedir ser detenido, y en su presentación denunció que un superior, al que identificó como "sargento Gamero", lo obligó a realizar "movimientos vivos",en los que sufrió la rotura de meniscos en la rodilla izquierda. Ante la presentación, la magistrada hizo lugar al habeas corpus, y ordenó la inmediata cesación de la orden decaptura dispuesta por el ejército.
La medida fue apelada por la institución castrense, por lo que la causa recayó en la Cámara de Apelaciones, que ordenó al ejército que se abstenga de ejecutar el arresto, pero dejó sin efecto el habeas corpus.
En su resolución, el alto tribunal dispuso también que el soldado deberá presentarse al Batallón de Ingenieros número 11, para acreditar los motivos por los que no compareció antes, y solicitar la baja.