Lo que no pudo evitar el acusado fue hacer frente a la deuda que lo llevó hasta la justicia cuando intentó engañar a un vendedor al que le había comprado un partida de 39 cerdos por unos 6.220,48 euro.
Desde la fiscalía se informó que el hombre entregó un pagaré con vencimiento el 7 de julio de 2001 y por la compra de ese ganado, pero cuando llegó la fecha de abonar la obligación –la cual no se pudo cobrar- se convirtió en un ilocalizable. A raíz de esos hechos, la victima del engaño presentó una denuncia ante la Guardia Civil, dependencia que luego de un año logró ubicar al denunciado.
Desde el Ministerio Público Fiscal, destacaron que se tenía la convicción de que éste “en ningún caso pensaba pagar" los cerdos, después de que los mismos le fueran entregados por el vendedor. En ese sentido, destacaron que la desaparición de éste, de todos los lugares en donde solía estar, no tuvo otro fin más que evitar cualquier tipo de reclamos por parte de la victima, que pretendía recibir el dinero acordado.
De este modo, victima y victimario se pusieron de acuerdo y por ello el denunciado deberá abonar el monto total de lo adeudado aunque evitó ir a prisión, ya que la condena impuesta fue del tipo condicional.