La ceremonia estaba prevista para las 11:30, pero como es habitual en los últimos dos años el inicio se demoró hasta las 11:45 cuando el presidente Kirchner y su gabinete completo ingresó al Salón Blanco de la Casa Rosada.
Para sorpresa de muchos, el ministro saliente,
Horacio Rosatti, apareció junto al resto del gabinete y vivió la ceremonia a un costado del propio Iribarne, que hasta ayer era secretario de seguridad interior. Ambos habían desembarcado en el ministerio el 25 de julio de 2004, tras el alejamiento de Gustavo Béliz.
Luego de la lectura del decreto que lo pone en funciones, Alberto Iribarne, un hombre del justicialismo, muy cercano a Alberto Fernández en los últimos meses, juró y se convirtió en le tercer ministro de Justicia del gobierno actual.
También fue llamativa la
escasa representación del Poder Judicial en la ceremonia: prácticamente no hubo jueces ni fiscales conocidos.
Tampoco estuvieron los integrantes de la Corte Suprema. La única cara reconocida de la Justicia fue Miguel Caminos, presidente de la Asociación de Magistrados, que, hace poco tiempo, destacó la figura de Rosatti y su tarea al frente de la cartera de Justicia.
Sí estuvieron presentes el procurador general, Estaban Righi, el titular de la Oficina Anticorrupción, Abel Fleitas Ortiz de Rosas, el subsecretario de política criminal, Alejandro Slokar, el ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, León Arslanián (dicen que llegaría a la Corte Suprema antes de fin de año), el representante del Poder Ejecutivo en el Consejo, Joaquín Da Rocha, y el titular del gremio de los judiciales, Julio Piumato.
El lunes por la noche, Rosatti dejó helados a propios y extraños cuando renunció al frente del ministerio de Justicia, lugar al que había llegado justo un año atrás. Minutos después, Iribarne fue convocado por Kirchner a la Casa Rosada. A última hora, fuentes cercanas al nuevo ministro, le reconocían a este medio que
la noticia los había tomado por sorpresa.
Aunque fue una salida
en buenos términos, es imposible negar, a esta altura, que su negativa a ser candidato a diputado por Santa Fe fue determinante para su futuro en este gobierno. De hecho, en los últimos días, fuentes oficiales habían adelantado que la salida del santafesino del gabinete era un hecho luego de las elecciones. Pero Rosatti prefirió renunciar intempestivamente y volver a su ciudad natal para dedicarse a la docencia y a su familia.
Sin embargo, luego de tomarle juramento al nuevo ministro y a su reemplazante en la Secretaría de Seguridad Interior, Luis Tibiletti, y mientras se escuchaban los aplausos de fondo, Kirchner se acercó a Rosatti y le dio un fuerte abrazo, en señal de agradecimiento por su tarea en el gobierno.
dju / dju
Estimado colega periodista: si va a utilizar parte esta nota o del fallo adjunto como "inspiración" para su producción, por favor cítenos como fuente incluyendo el link activo a http://www.diariojudicial.com. Si se trata de una nota firmada, no omita el nombre del autor. Muchas gracias.