La resolución judicial fue generada por los hechos ocurridos en mayo de este año cuando Roy Rojas Castro tomó un micro de la empresa Transportes Unidos Alajuelenses S.A. (TUASA). EL chofer le cobró su pasaje pero grande fue su sorpresa cuando también le pidió que pagara el de su perro que lo acompaña como guía porque Castro es ciego.
En su fallo la Sala entendió que "tal actuación constituye una discriminación en contra de una persona no vidente, puesto que, el perro guía es una extensión orgánica de la persona discapacitada, siendo que no se debe cobrar un pasaje adicional por el animal".
La sentencia condenó a la empresa a indemnizar por los daños y perjuicios provocados a Castro y le ordenó no volver a realizar hechos de las mismas características.