También se le advirtió a la madre, Ana María Guanco, que si no autorizaba la operación, se iba a recurrir directamente a un juez por entender que "primero está la salud y vida del niño por sobre cualquier tipo de creencias e ideologías de los mayores", según explicó la funcionaria a la prensa. Al pequeño, según Avellaneda, le asiste "el derecho a tener un cuerpo y a mantenerlo sano y contra eso no hay excusas" ni creencias de los mayores que valgan y, "como por su edad no puede decidir, la Defensoría actuó defendiendo ese derecho" del paciente.
La operación que se estima sumamente compleja -fuentes médicas especularon que podría durar alrededor de 8 horas- será realizada en el Hospital de Niños de Tucumán por un grupo de profesionales encabezado por el especialista Ricardo Auad. El profesional manifestó que si la intervención quirúrgica no se generaba, intervención que "será muy delicada" porque el posoperatorio incluirá radio y quimioterapia, "podría generarse una hidrocefalia y, por la ubicación del tumor, podría alterar los pares craneales y producir cefaleas".
"El tumor está alterando lentamente la visión del niño y si no tiene dolor es porque está medicado", agregó el médico, quien insistió que si no se operara a Juan Carlos podría padecer vómitos "por una hipertensión endocraneana". Hasta ayer Ana María había prohibido a los especialistas que intervengan a su hijo e incluso el martes pasado lo retiró del nosocomio - ahora nuevamente está internado- por entender que "gracias al Señor" la criatura ya estaba bien y no necesitaba de una operación, porque bastaba con la fe.
Incluso el martes de la semana pasada las autoridades del Hospital de Niños habían aconsejado a la mujer que hable con una monja católica del nosocomio, pero la madre levantó a su hijo de la cama y lo sacó del hospital. Las autoridades del hospital, dada la gravedad del cuadro del menor, denunciaron el hecho ante la defensora de Menores, quien informó al fiscal de Instrucción de la VI Nominación, Esteban Jerez, cuya prosecretaria, Sulma Viel, viajó a Tafí del Valle a convencer a la mujer.
Guanco no había llevado a Juan Carlos a los Valles Calchaquíes sino que se había instalado en una casa que una familia amiga le prestó en Yerba Buena, ciudad ubicada a 4 kilómetros de la ciudad de Tucumán, vivienda que fue allanada por efectivos policiales mediante una orden judicial. El viernes, aduciendo que "Dios hizo un milagro" con su hijo, la mujer volvió a internar a su hijo en el hospital, donde el lunes será operado, como pedían los médicos, a fin de poder darle alguna esperanza de vida dado el tumor cerebral que padece.