Nazareno debió soportar estoico la dura crítica
de la organizadora del Congreso, la camarista Carmen Argibay, por la poca o casi nula colaboración de la Corte -solo a último
momento un llamado de la diputada María Lelia Chaya al eficaz Nicolás Reyes, quien recién esta semana retornó de vacaciones luego de tres años sin tomarse licencia, logró algunos aportes-
en la preparación del encuentro internacional que congregó a más de 500 delegadas de Corte de todo el mundo, al Secretario de Justicia, Jorge Pérez Delgado que asistió en nombre de De la Rúa y a la Presidente del Superior Tribunal de Justicia de
la Ciudad, Ana María Conde. El enojo, justificado, había llegado a tal desatino que las organizadoras estuvieron a punto de impedir el ingreso del Presidente de la Corte. Solo el buen
criterio de la camarista Lidia Soto salvó al juez,
a la Corte y al país en general, de un bochorno innecesario.
hugo morales / dju
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