El propio Hoyzer confesó haber cobrado cerca de 70.000 euros para incidir en el resultado de varios partidos de fútbol. La sentencia se conoció el viernes pasado y Hoyzer fue condenado por el Tribunal de Berlín por estafa en banda organizada.
Otro miembro de la banda le daba las órdenes al árbitro sobre a qué equipo beneficiar con sus fallos y a quien perjudicar. Se trata del croata Ante Spina quien era la cabeza de una agencia clandestina de apuestas con la que entre abril y diciembre de 2004 habría ganado 2 millones de euros arreglando cerca de 23 partidos, sobornando a árbitros de segunda y tercera división del campeonato y la copa de Alemania. La justicia lo condenó a dos años y once meses de prisión.
“Un árbitro de segunda división está bien pagado. No está obligado a ser bueno, pero al menos debe ser neutral”, explicó la presidenta del tribunal, Gerti Kramer, según publicó el diario español El Diario. La pena a dos años y cinco meses de prisión fue mayor a la solicitada por la fiscalía.
Cuando se hizo pública la conducta de Hoyzer, la Federación Alemana de Fútbol lo expulsó de por vida del referato. La sentencia tuvo lugar a menos de un año del mundial de fútbol que se realizará el año que viene en Alemania.
Por hechos similares también fue condenado el arbitro Dominik Marks a un año y seis meses de prisión en suspenso y dos hermanos de Ante Spina a un año y cuatro meses en suspenso y un año en suspenso respectivamente.