El condenado es un consumidor habitual de heroína y actualmente se encuentra bajo tratamiento de rehabilitación. Vive con su madre que lo calificó como muy agresivo. El 20 de octubre pasado el hombre llegó a su casa muy alterado y agresivo; insultó a su madre y le pegó una trompada en el ojo. Por el hecho la mujer sufrió una contusión ocular.
Ese es el relato de un hecho de los tantos similares que acontecieron de ese calibre. En otras oportunidades el hombre casi asfixia a su madre luego de tomarla por el cuello y en otras ocasiones las amenazas incluyeron el uso de cuchillos.
Durante el juicio la madre relató que un día no le quiso abrir la puerta de la casa por los miedos que su hijo le infundaba pero este terminó derribándola.
Por estos hechos, además de la pena a dos años de prisión, el titular del Juzgado de lo Penal Nº 2 de Santander estableció que por el mismo período de tiempo el hombre no podrá acercarse ni a la víctima ni a su domicilio. El juez también explicó que según los estudios de los peritos el hombre no presentaba rasgos físicos ni psíquicos relacionados al consumo crónico de estupefacientes.
Lo relatado por la madre fue corroborado por otro de sus hijos. Este dijo que su hermano toda la vida ha tenido ese comportamiento violento y amenazante hacia su madre.