Guillermo Juan Tiscornia

Por la disposición de la AFIP 36/06 dictada en función del decreto 898/05, se introducen modificaciones sustanciales a la estructura organizativa del servicio aduanero, cuya misión medular consiste en controlar el circuito del comercio exterior, función ésta que -dicho sea de paso- se erige en indelegable por parte del Estado Nacional. Así, el nuevo diseño organizativo resolvió elminar a la Policía Aduanera del contexto estructural de la aduana argentina, lo que inevitablemente supone la absoluta claudicación en el empleo de la fuerza pública que exige la ley formal para afrontar el contrabando. Esa tarea quedará -de ahora en más- reservada a distintas fuerzas de seguridad como la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval, Policía Federal y Policía Aeroportuaria. La experiencia internacional indica acerca de la inconvenciencia de la innovación que propone la disposición 36/06 AFIP, por cuanto todos los países de occidente han optado por el fortalecimiento y la optimización de sus policías aduaneras, dotándolas de plena capacidad operativa y total poder de policía para el abordaje de su cometido específico: la prevención del contrabando, ilicitud hoy revestida de indiscutible complejidad técnica y operativa. La aduana dejará -desde ahora- de tener presencia institucional en la prevención del contrabando en todas sus expresiones posibles, aspecto que no deja de preocupar, dada la subida trascendencia institucional del tema en cuestión. Este tipo de iniciativas permite evocar el rotundo fracaso de irrazonables iniciativas gubarnamentales como -por ejemplo- la instrumentada en 1998, cuando se resolvió privatizar el control de la valoración de las operaciones de comercio exterior, bajo el pretexto deerradicar la sistémica subfacturación en las importaciones para consumo y de dotar a la aduana de una moderna base de datos de valor. Esa iniciativa arrojó como saldo una pérdida para el erario público de más de doscientos millones de dólares. La ciudadanía argentina tiene que saber que, a contramarcha con las estructuras de otros países, desde ahora la Policía Aduanera tiene partida de defunción en la Argentina.