Lo resolvió la Sala F de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, integrada por los jueces Fernando Posse Saguier, José Luis Galmarini y Eduardo A. Zannoni, en autos caratulados “Isla Casares, Eduardo Fernando c/Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/daños y perjuicios” a raíz de los recursos presentados por ambas partes contra la sentencia de primera instancia que hizo lugar a la demanda y condenó al Gobierno de la Ciudad a pagarle al actor, dentro del plazo de diez días, $208.000 más intereses.
La causa se inició el 29 de junio de 1999, cuando Eduardo Isla Casares salió con su moto a hacer un trámite. En la avenida Costanera y Ramón Castillo, un anegamiento de agua hizo que el vehículo resbalara y su cuerpo saliera despedido. El resultado del siniestro fueron ocho costillas quebradas, dos meses en coma farmacológico y una paraplejia permanente.
Según el informe del Servicio Meteorológico Nacional, el día del accidente hubo tormenta eléctrica de 7:20 a 9:40 horas y lluvia o llovizna de 7:20 a 10:40 habiendo caído 7,6 ml de agua. Por ello en el lugar había agua estancada en una amplia zona de la calzada. Pero esa circunstancia hace responsable del accidente al Gobierno porteño porque demuestra que los drenajes allí existentes no funcionaban correctamente y que seguramente estaban obstruidos por falta de mantenimiento.
Para los jueces, el Gobierno porteño debería haber atendido la seguridad de los habitantes y
“controlar que la vía pública se mantenga en forma apta para la normal circulación”. Por este motivo rechazó la queja del demandado que insistía con que la motocicleta circulaba a excesiva velocidad y que en la emergencia no pudo tener el pleno dominio del vehículo. De hecho, las pericias afirmaron que no era posible -desde el punto de vista técnico- determinar la velocidad de circulación.
Con respecto a los rubros indemnizados, el tribunal decidió
elevar el monto otorgado en concepto de incapacidad sobreviniente de $108.000 a $150.000. Los jueces tuvieron en cuenta el estado de salud del actor en la actualidad. A siete años del accidente, Isla Casares continúa parapléjico con nivel sensitivo T8, sin control de esfínteres, con dolor a nivel de la toracotomía y dolor, deformidad y limitación funcional en la base del pulgar derecho, entre otras cosas. Pero también evaluaron que al momento del siniestro Isla Casares tenía sólo 42 años, que vivía en pareja con su concubina y dos hijos.
Además, el tribunal no hizo lugar a las quejas de la demandada y confirmó la suma fijada en concepto de daño moral ($40.000), de “gastos por medicamentos futuros y de elementos para incontinencia”, “deterioro de la ropa” y “gastos de traslado”.
dju / dju
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