Lo resolvió la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, integrada por los jueces Rodolfo Pociello Argerich, Mario Filozof y María Laura Garrigós de Rébori, a raíz del recurso de apelación interpuesto por el fiscal contra la resolución que sobreseyó a C.R.B.
El imputado está acusado de haber abusado sexualmente de M.F.C., de 16 años, un día del mes de febrero de 2006, cuando, en contra de la voluntad de la nombrada, la tomó del rostro y la besó en la boca.
Los jueces recordaron que numerosos autores coinciden con el carácter ambiguo que el beso puede significar en los términos del primer párrafo del art. 119 del Código Penal. Y aclararon que “existe coincidencia” en que deben ser “las particulares circunstancias que rodean al caso las que deberán indicar el significado real de la acción”.
“Si no puede derivarse de ellas una intención vinculada a un deseo sexual o impúdico por parte del autor, la conducta será impune para el Derecho Penal”, resaltaron.
Según el testimonio de la damnificada, el imputado fue uno de los gendarmes que se encargó de la custodia de su amigo G.P., por lo que se generó entre ambos una relación de mucha confianza y "una especie de amistad".
En este marco, relató, que una noche que ella se encontraba con sus amigas, se presentaron B. y otro gendarme llamado C. quienes, luego de que sus amigas se retiraron del lugar, la acompañaron casi hasta su domicilio. En un momento, el imputado le habría pedido a su amigo que se retirara y cuando ella se estaba por despedir, B. la habría tomado del rostro y dado un beso en la boca.
La joven además aportó correos electrónicos que le habría enviado el imputado, en donde éste último le manifestaba sus sentimientos, con frases tales como "te amo", "te amo con todo mi corazón, parecería como si no alcanzara para vos el amor que yo siento por vos", "te extraño muchísimo y me mantiene aquel beso que te di", etc.
Luego de analizar las pruebas, los jueces concluyeron que “el beso que B. le habría dado a C. carece del contenido sexual que la figura penal en estudio exige”. “El beso no siempre tiene un carácter objetivamente impúdico como ocurre con otras acciones”, explicaron.
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