Pero para Conti “los mejores puntuados en trayectoria tienen que ser los responsables de las dependencias que mejor administración de justicia brindan, aún cuando no sean quienes más tiempo han pasado en el cargo”. Y agrega que “genera una gran duda que el titular de una secretaría o de un juzgado que es ejemplar en su atención y celeridad en la resolución de causas sea calificado de igual forma que quien en el mismo cargo presenta una dependencia con atrasos y falencias”.
En este aspecto la propuesta de la diputada del Frente para la Victoria es elaborar un coeficiente que indique el promedio del fuero para medir la labor del candidato a partir de las estadísticas que el Consejo tiene de cada juzgado y secretaria. “De otra forma no se incentiva la excelencia en la administración de justicia, sino la realización de otras actividades que podrían no redundar en un mejor servicio”, afirma Conti.
Sobre este último punto la consejera también tiene una mirada crítica. “No podemos seguir seleccionado jueces con dedicación de tiempo parcial, cuando la Justicia tiene índices muy bajos de aceptación en la ciudadanía. Es que difícilmente un ciudadano aprobaría que el juez de su caso demore en resolverlo porque está dando clases, escribiendo un libro o haciendo un doctorado”, opina la consejera.
El reglamento de concursos establece que los candidatos reciben 30 puntos por sus antecedentes académicos como publicaciones científicas y jurídicas, el ejercicio de la docencia, la participación en cursos, seminarios o congresos, o los títulos de doctorado o cursos de posgrado.
“Mediante estas pautas, este Consejo ha generado una paradoja difícil de entender: se exige contracción al trabajo pero se da hasta treinta puntos por utilizar tiempo de éste, en una justicia colapsada, para estudiar, escribir o impartir clases”, agrega la consejera que es una de las ocho integrantes de la Comisión de Selección del Consejo.
Con ese criterio, Conti señala que las licencias extraordinarias “deben ponderarse en forma negativa, por cuanto es tiempo que el funcionario y el juez deja de afectar a su función principal”.
La presentación de Conti no es un proyecto en sí sino misma una serie de “Propuestas para la Reforma del Reglamento de oposición y antecedentes para la selección de magistrados del Poder Judicial de la Nación”, tal el nombre del documento al que accedió Diariojudicial.com.
El tema fue tratado en la reunión de la Comisión de Selección de este miércoles. Los consejeros coincidieron en realizar un análisis sobre las pautas nuevas y acordaron una reunión de asesores el próximo lunes para que empiecen a estudiar el tema.
Las iniciativas de la consejera también apuntaron al examen que realiza cada candidato. “Estimo que el sistema de puntuación numérico tabulado es generador de arbitrariedades que no permiten una valoración general del candidato y diseccionan su perfil en diferentes facetas - señala Conti-. Por ello, soy de la opinión de un sistema diferente sobre el que tendremos que trabajar con el resto de los señores consejeros”.
La consejera propuso que además de un examen escrito haya otro oral y público. En el sistema actual, la prueba de oposición escrita es anónima. El concursante no figura con su nombre sino con un número. “El anonimato, que debería haber colaborado con la transparencia, ha sido fuente de interminables planteos de firmas, signos, rayas y nombres insertados con fines irregulares. Frente a esta realidad, soy de la opinión de instaurar un mecanismo sin anonimato, con nombre y apellido”, concluyó Conti.