La decisión fue tomada por la máxima autoridad judicial en materia electoral de Brasil, el Tribunal Superior Electoral. “Es algo que asusta. Es triste constatar que tantos erraron en el arte de proceder con los asuntos públicos”, le dijo el presidente del Tribunal, Marco Aurelio Mello, al diario O Estado de Sao Paulo.
Los alcaldes expulsados son una parte de los 5.562 elegidos en las elecciones de 2004. En algunos casos la separación del cargo fue confirmada por el Tribunal Superior Electoral por lo que ya se realizaron nuevas elecciones para ocupar las vacantes. El caso más grave es el del estado amazónico de Roraima donde de los 15 alcaldes elegidos, cuatro fueron separados de sus cargos.
Un caso similar es el del estado con más habitantes de todo Brasil, San Pablo. Allí 20 de los 654 alcances elegidos fueron apartados de su mandato.
Las expulsiones de los cargos se debieron a que la Justicia comprobó que durante la campaña electoral, los candidatos cometieron diversos delitos como la compra de votos, abuso de poder e influencia económica o política, e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Para muchos de los funcionarios, el alejamiento del cargo se va a concretar ahora con la decisión del Tribunal Superior Electoral. Ello pues los alcaldes interponían recursos ante instancias mayores lo que les permitía, mientras tanto, seguir en su lugar.
“Generalmente le retiramos el mandato a un alcalde después de que el caso tramite por todas las instancias. Lo normal es que el asunto sea decidido en última instancia por el Tribunal Superior”, explicó el Presidente del Tribunal.
Por otra parte, otros alcaldes también podrían ser expulsados de sus cargos. La Justicia deberá analizar las denuncias presentadas contra otros 290 funcionarios.