Pedro Horacio Zuanich

Señora Directora: La naturaleza no puede cambiarse. Si llamamos a una vaca, caballo, sus naturalezas no habran cambiado, a lo más podremos fantasear que los caballos se ofendan en atención a que se sienten menoscabadas sus habilidades tan diferentes a las de las vacas. La anaatomía de los homosexuales no cambiará por atrubuíseles caracteríasticas distintas a las que la madre Naturaleza les dotó. El matrimonio, como vocblo y como institución, es unívoco. Pretender atribuírle la denominación a una pareja homosexual, más allá de los derechos que se le otorguen, es llamarle vaca al caballo, con riego de la agresión y autoritarismo que significa atribuirse para sí características aenas. No se advierte la razón de plagiar la denominación de algo distinto, existien tantas palabras o giros para denominar a las relaciones del mismo sexo. Si son distintos, ser tratados con distinción, lo que es diferente a discriminació que es el desprecio por el diferente, es lo natural. Pretender el trato jurídico de quien tiene características diferentes, es una agresión a quien se invade en su peculiaridad. Atentamente
Pedro Zuanich --------------------------------------------------------------------------------