"La gestión de Picolotti es de una pobreza notable"

Daniel Sabsay es, quizás, uno de los mejores analistas de la realidad judicial de nuestro país. Su acercamiento reciente a la Coalición Cívica que conduce Elisa Carrió, donde participó de la elaboración de la propuesta de reforma de la Justicia, lo convierte en un observador privilegiado de la realidad a tan pocos días de una nueva elección presidencial. Aprovechando su vinculación estrecha con el Medio Ambiente, durante la charla en su estudio también se cruza la gestión de Romina Picolotti y la causa por las pasteras ante el Tribunal de La Haya. “Es una gestión de una pobreza notable. No hay una política medioambiental, y a nivel de gestión lo que se conoció hace poco roza lo delictivo”, lanza Sabsay al ser consultado por el trabajo de la secretaria de Medio Ambiente. Tampoco tiene dudas a la hora de evaluar la gestión del ministro de Justicia, Alberto Iribarne. “Ha congelado todos los cambios. Ese es el rol que debía cumplir, y lo está haciendo muy bien”, dice muy convencido.
Si le menciona la palabra “candidato” frunce el ceño. “Así como estoy, me siento feliz. Me gusta el ejercicio de la profesión, ir a la Facultad y escribir”, explica. También se acuerda de su familia. Nada parece tenerlo más contento que el nacimiento de su primera nieta. “Se llama Ana Paz -cuenta- y nació el Día del Medio Ambiente”. Una enorme coincidencia para un nombre que estuvo, hasta hace pocos días, y durante 10 años seguidos, a cargo de la dirección ejecutiva de FARN.

¿Cuáles son los puntos centrales del Programa de Justicia de la Coalición Cívica (Sabsay coordinó los equipos técnicos que lo redactaron)?

Por un lado hay ciertos ejes que se consideran que tienen que ser la cultura dentro del Poder Judicial y se podría definir a través de ciertos conceptos como ampliar el acceso, mejorar el funcionamiento, dar transparencia y participación, que el acceso a la Justicia esté dado por condiciones de idoneidad, que el número y la modalidad de los tribunales inferiores tenga que ver con el estudio de una serie de variables y no con elementos antojadizos. Y, por su puesto, erradicar la corrupción, uno de los vehículos más importantes para conseguir independencia.

El programa también propone dar marcha atrás con la reforma del Consejo de la Magistratura. El problema es que, según las encuestas, Carrió hoy por hoy está lejos de ganar las elecciones.

Primero tenemos que esperar a que se lleven a cabo las elecciones porque las encuestas han estado sembradas de errores en casi todos los distritos. Más allá de eso, esta es una oferta a la sociedad. Y evidentemente, sin importar quién gane, hay una demanda para que la Justicia cambie. El problema de la Justicia, mas allá de quien gane, es un problema de todos.

¿Qué propone la Coalición Cívica concretamente con respecto al Consejo?

La idea es volver a lograr el equilibrio entre los distintos sectores. Al mismo tiempo, que el Consejo recupere las facultades perdidas en materia de administración. La Reforma (que impulsó Cristina Kirchner) politizó la designación y remoción de magistrados, con lo que se volvió, prácticamente, al mismo sistema que existía cuando no había Consejo de la Magistratura. Me parece bien que se haya reducido el número (de integrantes), pero hay una sola bancada que no redujo el número: el oficialismo (risas). Ahora, los magistrados son rehenes del poder político. Esto cada vez es más perceptible. Sino fijesé lo que sucedió con Tiscornia.

Los partidos políticos, salvo el oficialismo, siempre han coincidido en este tema. No sucedió lo mismo con los jueces. ¿Cómo califica la reacción que tuvo y que tiene ante la Reforma ese sector del Poder Judicial?

La respuesta desde los sectores políticos, académicos, doctrinarios y de la sociedad civil fue sumamente fuerte y prácticamente unánime. Desde los sectores del Poder Judicial también hubo críticas, pero se fueron apagando, a mi modo de ver porque a medida que la Reforma se hizo realidad (los jueces) ya quedaban presos de este sistema perverso.

Cuando presentó el Programa de Justicia, Carrió destacó la importancia de garantizar la independencia de la Justicia. ¿Cómo se garantiza la independencia judicial? ¿Qué cosas negativas hizo este gobierno en ese aspecto?

Hay dos momentos en este gobierno. Una primera etapa, que yo llamo “de la seducción”, en donde aparece el decreto 222/03, para la elección de los miembros de la Corte Suprema. Eso es un claro estímulo a la independencia, porque además tuvo repercusión en los otros dos poderes. Al mismo tiempo, en la Corte se hicieron reformas extraordinarias. Hoy en día, por internet se pueden seguir todos los pasos de cada expediente, participar a través de los amicurs curiae, es decir, hay un trabajo de comunicación magnífico. También hubo un relanzamiento de la temática de los derechos humanos. Pasada esa etapa, nos encontramos con una posición que toma un sesgo en un sentido contrario: de debajo de la Corte (en los tribunales inferiores) no se hace nada. Lo que hay que lograr es que permee hacia abajo todo lo bueno que se hizo en la Corte.

¿Cuánto influyó la gestión del ministro Iribarne en todo esto?

Una gestión absolutamente quedada, que ha congelado todos los cambios. Ese es el rol que debía cumplir, y lo está haciendo muy bien. No podría mencionar una sola realización, y sino me equivoco es el ministro de Justicia que duró más tiempo (en la era Kirchner).

¿A qué adjudica la aparición de todas las causas de supuesta corrupción en contra del Gobierno?

Hay un sistema de encubrimiento de los funcionarios públicos muy notable que recuerda la época de Menem, y salvo en situaciones insostenibles, como pasó con (Felisa) Miceli, se los sostiene hasta las últimas consecuencias.

Muchos jueces se siguen resistiendo a entregar sus declaraciones juradas. Algunos dicen que es por seguridad. ¿Qué opina?

Para mi no tiene ningún valor ese argumento porque lo fundamental es el monitoreo del eventual enriquecimiento ilícito y del manejo de los bienes. Esto es algo de interés público. Es ponerse en una situación de privilegio frente a los ciudadanos y frente a los demás poderes. Es una postura que no condice con otros países, donde esto no se discute. Para mí es una excusa. Todo esto contribuye a debilitar su imagen.

Usted que es un experto en temas de Medio Ambiente, ¿cómo evalúa la gestión de Romina Picolotti?

Es una gestión de una pobreza notable. No hay una política medioambiental, y a nivel de gestión lo que se conoció hace poco (en referencia a una nota publicada por Clarín) roza lo delictivo. En el tema del Riachuelo, ella fue reprobada ante la Corte Suprema por la UBA La Corte no le creyó cuando hizo el primer plan de saneamiento, por eso pidió la auditoría por parte de la Universidad de Buenos Aires. Todavía tiene que pasar otro examen, en octubre, para ver si finalmente plantea un plan o no. Mas allá del cierre de empresas, la mayoría de las cuales son mediáticas, no veo avances en ningún aspecto.

¿Picolotti fue excluida del equipo que representaba al país en La Haya por errores técnicos o por cuestiones políticas?

Yo creo que hubo una combinación de ambas cosas. Además, era muy difícil presentar a una persona cuyo marido hacía piquetes frente al Banco Mundial asegurando que no iba a dar un crédito, lo que finalmente no sucedió. Fue una cosa ridícula, que la hacía impresentable a los ojos de los jueces.

Sin embargo, desde la salida de Picolotti tampoco hubo buenas noticias para el Gobierno en el tema pasteras ....

En realidad, no se sabe muy bien lo que esta pasando en La Haya, lo que se ve claramente es que el tema se está alargando.

¿El panorama es alentador para la Argentina?

Es muy difícil decirlo, porque los últimos hechos tampoco la ponen en buena situación a Uruguay. Me refiero a los desperfectos en los ensayos. Son hechos nuevos que cambian el escenario. No aparece como una locura de la gente de Gualeguaychú.

¿En qué consiste el Anteproyecto de Código de Medio Ambiente para la Ciudad de Buenos Aires que esté preparando FARN junto al gobierno porteño y a la Legislatura?¿Qué avances hubo hasta el momento?

Es destacable el proceso en sí: la elaboración de un Código ambiental a través de un proceso de participación no tiene antecedentes en todo el país. Ya se hizo un análisis legal, para determinar el alcance que podría tener la norma, y un trabajo comparativo con otros países del mundo. Y ya se conformó el Registro de Actores. Todo aquel que tiene algo para aportar o criticar se puede inscribir a través de internet.

¿Sueña con ser candidato en el futuro?

La condición para entrar a la Coalición Cívica fue no ser candidato. Es un momento extraordinario de mi vida así como estoy.



nicolás a. pizzi / dju