A su vez, dentro de la Legislación Farmacéutica Nacional, la Ley 16.463, en su artículo 19, establece que: queda prohibido la elaboración, tenencia, fraccionamiento, circulación, distribución y entrega al público de productos impuros o ilegítimos entre los que se encuentran los fármacos vencidos.
Esta normativa se complementa con el artìculo 204 ter del Código Penal, que estipula una pena para quien teniendo a su cargo la dirección, administración, control o vigilancia de un establecimiento destinado al expendio de medicamentos, omitiere cumplir sus deberes.
La regulación sobre el tema no es suficiente, considerando que en reiteradas ocasiones, por negligencia o desorganización, la población es víctima de que los medicamentos no lleguen en correcto estado para su ulterior consumo.
El caso que salió a la luz recientemente, es el de la provincia de Santa Fe, cuando el ministro de Salud provincial, Miguel Angel Cappiello, recorrió junto con la nueva directora de Farmacia y Bioquímica, Beatriz Martinelli, la Droguería Central que depende de su departamento.
En la visita, encontraron 20 mil remedios que superaron la fecha de vencimiento (algo así como 2.500 kilos de drogas), 680 mil profilácticos vencidos y una cantidad imprecisa de pastillas anticonceptivas que, considerando el plazo de expiración, ya no eran aptas para su uso.
Este caso tuvo un precedente, en el año 2002, cuando la diputada del ARI, Alicia Gutiérrez, había requerido al juez correccional de la sexta nominación, José Luis Giavedoni, que investigara una denuncia pública del entonces director de Farmacia y Bioquímica, Elbio Costa, por la acumulación de medicamentos vencidos durante diez años, en el período que va entre 1992 y 2002. Este hecho trajo como consecuencia la renuncia de ese facultativo a pedido del ex ministro de Salud provincial, Fernando Bondesío.
El actual ministro expresó que su intención de que los medicamentos estén en tiempo y forma en los hospitales, debido a que es un “insumo esencial” para garantizar el derecho a la salud. También ratificó la necesidad de mejorar las infraestructuras de los establecimientos y los recursos humanos disponibles.
La visita del funcionario a la Droguería Central tuvo la particularidad, de que según los empleados del lugar, Cappiello era el primer ministro en 30 años que caminaba por el depósito del establecimiento.
En declaraciones a la prensa, el funcionario anunció que los fármacos se van a incinerar según lo previsto en la ley de residuos peligrosos. Fuentes del ministerio, agregaron que no habrá responsables sobre este hecho.