Los guardias anunciaron que extenderán su medida de fuerza "hasta tanto no tengamos una conversación con las autoridades para buscar una salida a las continuas agresiones que sufrimos de los presos".
Uno de los empleados del Servicio Penitenciario del penal sostuvo que "ayer uno de nuestros compañeros fue atacado y golpeado en el patio por dos reclusos", y agregó que "el viernes pasado dos de los nuestros fueron tomados como rehenes y la prensa ni se enteró".
La directora del Servicio Penitenciario, María Luciente de Funes, admitió que desconocía la protesta, aunque abogó porque "la dificultad sea momentánea" y anunció que "de alguna manera vamos a cubrir los puestos".
El vocero de los guardias afirmó que, "luego se llegó a un arreglo y los compañeros fueron liberados. Sin embargo estas situaciones se repiten, con mucho riesgo para nuestra integridad física, dado que somos muy pocos para controlar tanta población carcelaria".
"Estamos dispuestos a dialogar y buscar la mejor solución", admitió Luciente de Funes, quien minimizó el incidente del viernes, con la toma de dos rehenes, "porque se solucionó enseguida".
También admitió las "dificultades" para los guardias de ese penal, dado el incremento de la población carcelaria y la falta de presupuesto para designar más agentes.
"Estamos haciendo las gestiones para una ampliación del presupuesto en materia de personal, que fue proyectado por la anterior gestión, y así poder incorporar gente contratada para el refuerzo de las guardias", agregó Luciente de Funes.
Asimismo, sostuvo que "esta situación se agravó a partir de la demora de la empresa constructora de habilitar módulos de la nueva cárcel", que se construyó en la zona de sur del Gran Córdoba.