De reflejos parece ser el juez chileno Juan Guzmán
Tapia, quien fuera designado por la Corte de su país para investigar el crimen del ex jefe del Ejército trasandino, Carlos Prats González. Enviados de ese magistrado llegarán en
los próximos días a Buenos Aires para interiorizarse de la investigación que sobre el crimen realizó la juez argentina María Servini de Cubría, al punto que logró que la cerrada CIA y el Departamento de Justicia americano le dieran
información confidencial que comprometen seriamente a Pinochet, en esa muerte atribuida a la desaparecida agencia de Inteligencia (DINA) que respondía directamente al ex presidente. Servini -pese a que en su fuero íntimo quería
sentar en el banquillo a Pinochet- se siente reconfortada por este nuevo hecho que evitará una complicada extradición del ex presidente
a la Argentina -todo forma parte de la anuencia entre Estados Unidos, Inglaterra y Chile para enjuiciar a Pinochet en su país- y a la vez reconocida por todo el trabajo hecho.
dju / dju
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