La desprotección de un programa significa que una persona pueda acceder a el sin adquirir su licencia legal. Eso hizo R.A.G con el programa Presto de la compañía Soft. Se trata de un programa para empresas de construcción que es especializado en la elaboración de presupuesto para sus proyectos.
Pero además de desproteger el programar, el hacker se hizo público al publicar en las redes P2P. Se trata de subir archivos a sitios de internet en los cuales los usuarios comparten y obtiene distinto tipo de información.
“Se le juzga por los dos motivos, por desproteger un programa y más tarde colocarlo en una plataforma de distribución”, explicó la abogada de la empresa.
Se trató de un delito de propiedad intelectual, según caratuló la Justicia penal de Pontevedra que homologó el acuerdo entre el hacker, que aceptó los cargos en su contra, y la empresa Soft.
“La sentencia supone un paso importante en la protección de los derechos de propiedad intelectual de las compañías de software, y contribuye a poner freno a una practica que en ocasiones hace peligrar la continuidad de un sector que se encuentra en pleno proceso de desarrollo en nuestro país”, opinó la abogada de la empresa, según declaraciones que reprodujo el diario español El País.