“Persisten –manifestó Andreucci- las imágenes de corrupción que se deben tanto a la percepción de falta de dedicación al trabajo como cuestiones de ilicitud”. El titular de la FACA aseguró que “durante la dictadura, se veía una situación de un Poder Judicial vinculado al poder militar”.
Arslanian sostuvo que entre 1976 y 1983 “la justicia estuvo limitada porque no pudo preservar los Derechos Humanos y porque borró toda forma de constitucionalidad sobre los actos del Poder Ejecutivo, negando la existencia de las detenciones y desapariciones de personas”.
El ex ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires rescató que en el período también existieron jueces “dignos” que dictaron la nulidad de la ley de autoamnistía (que declaraba la extinción de las acciones penales emergentes de los delitos cometidos desde el 25 de mayo de 1973 hasta el 17 de junio de 1982).
“Es imposible pensar que el Poder Judicial pudo tener un desempeño heroico, cuando en una República cada uno de los poderes debe garantizar el buen funcionamiento de los otros”, aseguró Arslanian a este diario.
Por su parte, Andreucci recordó hacia el ocaso del régimen militar se incrementaron los reclamos de “jueces independientes” y “juicio a los militares”. Recordó algunas de las “leyes injustas” de la dictadura, entre ellas la 21.274 sobre despidos masivos en los organismos del Estado que se implementó con objetivo manifiesto de concretar un “proceso depurativo de la Administración Pública”. “Fueron siete años de violación al derecho a la defensa”, enfatizó el presidente de la FACA.
Sin embargo, como contracara de la política encarada por el Triunvirato, Andreucci rescató la tarea de los abogados en la presentación de habeas corpus por las desapariciones de colegas y en los aspectos vinculados al derecho laboral.
En ese sentido, recordó “La Noche de las Corbatas”, nombre que recibió el secuestro, la desaparición y muerte de un grupo integrado, en su mayoría, por abogados laboralistas en Mar del Plata.
Entre el 6 y el 13 de julio de 1977, fueron secuestrados los letrados Norberto Centeno, Salvador Arestín, Raúl Alaiz, Camilo Ricci, Carlos Bozzi y Tomás Fresneda junto a su esposa, María de las Mercedes Argañaraz –embarazada de 4 meses-. Además, fueron aprehendidos José Verde y su esposa y Néstor García Mantica y su mujer, María Esther Vázquez de García. De todos los secuestrados, sólo sobrevivieron Verde, su esposa y los abogados Ricci y Bozzi.
A partir del masivo secuestro de Mar del Plata, la Federación instauró el 6 de julio como el Día del Abogado Víctima del Terrorismo de Estado.
En cuanto a las “deudas pendientes” de la Justicia, Arslanian y Andreucci coincidieron en la necesidad de reforma del Poder Judicial y de “superar la morosidad (de las causas)”. “Debe evaluarse la eficacia con la que trabajan los jueces, debe existir una instancia de control de calidad de sus decisiones”, expresó el ex juez.
“El sistema no puede resolverse sólo en instancias de Apelación o Casación. Los Tribunales o juzgados son feudos donde los jueces actúan como agentes supremos”, opinó Arslanian.
En tanto, Andreucci señaló la persistencia de la idea de corrupción en los ámbitos jurídicos y lo confirmó con una encuesta realizad por FACA y el centro de estudios Nueva Mayoría, que comprobó que casi el 85 por ciento de los argentinos cree que la justicia es “algo corrupta”.
“Hay una idea de que existe una justicia para ricos y otra para pobres”, expresó el titular de la FACA y admitió que durante este cuarto de siglo de democracia se dio una “fuerte preponderancia del Poder Ejecutivo” en detrimento de los Poderes Legislativo y Judicial.
“El desafío –reflexionó Andreucci- pasa por que la Justicia no sea del gobierno de turno”.
Consultado respecto de los avances de la Justicia en estos 25 años ininterrumpidos de democracia, Arslanian sostuvo que uno de los hitos fue el Juicio a las Juntas militares (del cual fue juez) y aseguró que ese proceso “significó un acto de madurez de la sociedad civil y que no consagró las reglas de la impunidad”.
Apuntó que en este período los jueces “recuperaron, progresivamente su independencia” y elogió la implementación del juicio oral (en el fuero penal) que “ayudó a transparentar” al tercer poder.
Por último, puntualizó que la reforma constitucional de 1994 y la creación del Consejo de la Magistratura “implicaron un salto cualitativo”.