El congoleño de 48 años -que hoy no declaró- negó la acusación formulada por el fiscal argentino Luis Moreno Ocampo que señaló que el 30 por ciento de la milicia de Lubanga estaba integrada por menores.
“(Los chicos) no pueden olvidar las golpizas que recibieron, el terror que sintieron e infligieron”, sostuvo Moreno Ocampo, según informó un comunicado del Centro de Noticias de la ONU.
El fiscal enfatizó que las mujeres tuvieron la peor parte porque además de cargar las armas, fueron obligadas a servir la comida a los comandantes, y eran violadas bajo amenaza de muerte.
Las milicias de Lubanga están acusadas también por organizaciones de derechos humanos de cometer violaciones, asesinatos y tortura de civiles en la provincia de Ituri pero la CPI decidió limitar los cargos al reclutamiento de niños soldados.
La CPI, creada en 2002, con sede en la Haya, Holanda, es el primer tribunal permanente para juzgar crímenes de guerra. Antes existieron tribunales puntuales que juzgaron casos particulares como el de Nuremberg -constituido al final de la Segunda Guerra Mundial en Alemania- y otros que juzgaron los crímenes de guerra cometidos en Camboya, la ex Yugoslavia y el genocidio en Ruanda.
Durante el juicio, Moreno Ocampo hará declarar a 34 testigos, entre ellos, nueve ex niños soldados y ex miembros de la milicia. El fiscal argentino adelantó que buscará la máxima sentencia para Lubanga, que es de 30 años de prisión.
El Centro de Noticias de la ONU señaló que la defensa comenzará a presentar sus alegatos mañana.