A ocupar la silla vacante en la estratégica Cámara Federal porteña, es el juez de ese fuero Gabriel Cavallo, quien desde la licencia sin fin de su colega Oyarbide atiende el despacho de los dos juzgados con suficiente solvencia. Secretario de la misma cámara fue hecho juez por una insistencia fuerte de la camarista Luisa Riva Aramayo ante su amigo Carlos Corach, cuando el ahora senador, era una figura
clave en el gabinete de Carlos Menem. Sin embargo, en el último año, Cavallo adquirió notoriedad por impulsar las causas que
afectaban a ex funcionarios menemistas, por lo que se ganó el reconocimiento de juez independiente y pasó a ser visto con simpatía por la Alianza, que se aprestaba a llegar al poder. Ahora, el federal mas joven -concurso mediante- y con buena fama de juez anticorrupción cree que está en condiciones de aspirar a un ascenso y la
vacante del ex radical Juan Pedro Cortelezzi en la Sala I lo tienta firmemente. Será por eso que el hombre hace año y medio volvió a "agarrar" los libros. The right way, en la era del Consejo.
dju / dju
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