“Células madre son aquellas que se dividen casi indefinidamente y, por multiplicación, se pueden llegar a perpetuar de manera ilimitada. Son capaces de formar otras iguales a ellas y, al no estar diferenciadas, pueden ser madres de células, o sea, madurar especializadamente para dar a lugar a tipos celulares específicos. Sabemos cuál es su fuente: el embrión y el individuo ya adulto. Conocemos que poseen distintas virtualidades. Unas, aquéllas que se generan tras las primeras divisiones del cigoto, se llaman totipotentes, pues cada una de ellas, separada de la mórula, puede llegar a formar un individuo completo, pueden provenir por ejemplo de la médula ósea, son células más especializadas que permiten reproducir algunos tejidos del cuerpo; otras, el grupo denso y compacto, de algo más de un centenar, que forma la masa interna del embrión en fase de blastocisto, y a las que en sentido estricto se llama células madre embrionarias (Embrionic Stem Cells), son pluripotentes, pues pueden originar muchos tipos celulares, todos los del organismo, pero nunca un individuo, son más eficaces para formar cualquier tejido; y por último las radicadas en los tejidos adultos, son sólo multipotentes, pues pueden originar, dependiendo de factores externos, varias estirpes de células”.(1)
El trabajo y la investigación científica con células madre tiene como objetivo conseguir avances terapéuticos sustanciales, entre otras en enfermedades como el mal de Alzheimer y el Parkinson y ayudar a la recuperación de pacientes con lesiones neurológicas; además de estudiar el proceso de diferenciación celular y producir tejidos que puedan ser empleados en la reparación de lesiones, por ejemplo, de la médula.
2- Actualidad- Avances experimentales:
“Con gran afluencia de medios de comunicación fue presentado un trabajo del grupo de Robert Lanza (Klimanskaya et al. Nature DOI: 10.1038/nature 05142; 2006), en el que refieren que fueron capaces de desarrollar, a partir de un blastómero extraído de un embrión de 8 células, una línea de células madre embrionarias útiles para experimentaciones biomédicas.
El trabajo ha suscitado grandes expectativas éticas, pues al parecer puede ser ésta una posibilidad para generar células madre embrionarias humanas sin tener que destruir los embriones de los que se obtienen. Tal fue el eco mediático, que la compañía que dirige Lanza, la Advanced Cell Technologies (ACT) en Worcester, Massachussets, en 10 horas aumentó 5 veces el precio de sus acciones (Nature 6-IX-2006; doi: 10.1038/443012a).
Sin embargo, no todo es tan ético en las investigaciones que se llevaron adelante; en primer lugar hay que tener en cuenta que para realizar sus experiencias, extrajo un obtenido de 91 células de 16 embriones, que posteriormente fueron destruidos.
Como se cita en Nature (DOI: 10.1038/442858b, 23-VIII-2006) “en el experimento, los embriones fueron desguazados célula a célula”, lo que introduce en esta práctica una dificultad ética insalvable. De todas formas, Lanza y su equipo arguyen que la mayoría de los embriones sobreviven a la extracción de una célula, como ocurre en el diagnóstico genético preimplantacional. Sin embargo, en dicho trabajo las cosas no son tan claras, pues otros grupos han intentado un camino similar, pero sin lograr hasta ahora éxito.” (2)
Cabe a priori la reflexión sobre la manipulación científica en células madre que poseen distinta naturaleza: la vía embrionaria requiere como mínimo la valoración de que el embrión humano pueda ser también un instrumento terapéutico; ya sea que haya surgido como producto de fecundación in vitro para reproducción asistida ó responda a la creación de embriones clónicos, como fuente de órganos ó tejido para su transplante, en caso de enfermedad de la persona replicada. Las células madre adultas son adecuadas para el transplante autólogo ó se encuentran en bancos existentes, dándose siempre la posibilidad de buscar donantes con histocompatibilidad.
3-Bioética de las células madre:
“La Bioética es un quehacer singular. Muestra al que la mira bien dos antagónicas caras: las certezas de la ciencia y las dudas de la ética. El científico formula su interna complejidad diciendo que no es posible hacer buena bioética sin una sólida ciencia. Tiene razón sólo a medias, una ciencia de vanguardia es, sin duda, un requisito, pero no la garantía, de una recta bioética. La teoría no asegura la rectitud de la práctica.
Los dilemas bioéticos no son dilemas científicos, sino encrucijadas éticas. La clonación, la eutanasia, el aborto, el suicidio, la fecundación in vitro podrían servir de ejemplos. También las células madre.”(3)Los problemas bioéticos que plantean las células madre son especialmente graves (en la exposición que sigue me refiero únicamente a las de los embriones, ya que son las preferidas de los científicos a la hora de investigar posibles tratamientos; tomando en consideración además que las del adulto, aparte del referido al consentimiento informado de la persona de que se extraigan, no plantean reparos éticos).
“Por esta causa es el embrión el eje de la reflexión moral sobre las células madre, destruirlo representa el gran obstáculo ético con que chocan las terapias que optan por utilizarlo. Cualquier otra objeción moral roza, asimismo, con él. El modo de "fabricarlo", "producirlo" u "obtenerlo" es de las más espinosas. “(4)
No es de extrañar que la ventaja notable de las células madre adultas esté en su disponibilidad, tanto por ser adecuadas para trasplante autólogo en muchos casos, como por su disponibilidad en bancos ya existentes, u otros que se creen, como por la opción siempre posible de buscar nuevos donantes adecuados. La introducción en clínica de las células madre adultas, bien es verdad que hasta ahora muy limitada, lleva no obstante una notable ventaja a la de las células embrionarias.
Las células del adulto existen en nuestro propio organismo o en el de personas que pudieran donarlas a otras con garantías de histocompatibilidad.
Con las técnicas actuales, para disponer de células de origen embrionario en una variedad suficiente, siempre será necesario crear los embriones adecuados y proceder a su destrucción para extraer las células correspondientes.
Es decir, se puede afirmar que la técnica tiene indudables dificultades éticas pues además de lo anteriormente comentado, al quitar una célula a un embrión de pocos días disminuyen las posibilidades de que se pueda implantar con normalidad en el útero de su madre, o que su desarrollo se realice con normalidad o que existan problemas de salud en los niños nacidos tras este procedimiento.
Incluso otros científicos estiman que el blastómero que se extrae del embrión de 8 a 10 células, tiene la capacidad potencial de que a partir de él se pueda desarrollar un nuevo embrión, por lo que destruirlo no sería éticamente aceptable.
Algunos investigadores se plantean ¿Por qué existe oposición a la experimentación con embriones sobrantes de la fecundación in vitro si, de todos modos, van a morir? ¿No debería trabajarse en beneficio de los enfermos?
Esta argumentación, que pretende debilitar la prohibición de la experimentación destructiva con embriones humanos, sería aplicable a multitud de situaciones médicas donde es evidente que sería un atentado contra la dignidad humana. Entonces, razonando de este modo, todos los pacientes comatosos sin esperanza de recuperar la consciencia, los pacientes terminales, y muchos casos más, podrían ser los candidatos ideales para cualquier tipo de experimentación, incluso si con el experimento se les provocara insoslayablemente la muerte.
Esta problemática de los embriones "sobrantes" en las técnicas de fecundación in Vitro, no tiene por estas vías ninguna resolución, la cual sería añadir a la cosificación y al origen indigno a que se han visto sometidos un nuevo atentado, pero esta vez directamente contra su vida. Nos cabe plantear si es correcto atentar contra “la vida”, aún incipiente, para salvar la vida en peligro de algunos otros.
4- Origen de la vida.
Los conocimientos científicos dejan bien claro y fuera de dudas que el comienzo de la existencia de cada ser vivo se produce con la fusión de los gametos de sus progenitores, momento en el que se constituye su programa genético. Por tanto, los mismos principios expuestos para la ética de la experimentación científica en el hombre tienen idéntica validez y grado de exigencia en todo lo que se refiere a la experimentación en la fase embrionaria o fetal de su vida. La existencia de aspectos específicos en estas investigaciones es el motivo de tratarlos separadamente.
Cada hombre tiene una única vida, que se inició en el momento de su concepción, durante la cual es una perfecta unidad de cuerpo y espíritu, y de ahí su dignidad, sean cuales sean las condiciones biológicas por las que atraviese o en las que se encuentre.
Sin embargo, los intereses de los defensores de la utilización de embriones precoces, procedentes de la fecundación "in vitro" para experimentación, han ido concediendo la cualidad humana según conviniese: a los 14 días de la concepción tras la nidación, o tras el inicio del desarrollo cerebral -tres meses-, o simplemente cuando, expuesto a condiciones antinaturales, es decir, fuera del útero antes de completarse la gestación, resulte viable según los adelantos de las técnicas disponibles en ese momento. A un embrión o un feto no se le atribuye más cualidad de vida que la protoplásmica, unida a la vida protoplásmica de su madre a través de su dependencia energética.
La actual polémica entre "developmentalists" y "conceptionists" no es más que una pseudopolémica, un filosofismo introducido en el mundo científico por intereses no precisamente científicos. No se trata de opiniones discutibles porque falte seguridad en los datos experimentales. Pretensiones de este tipo carecen totalmente de fundamento, máxime si se trata, como en este caso, de buscar motivos para reclamar la propiedad del embrión y la libertad de su uso por parte de los laboratorios científicos.La ciencia experimental demostró hace tiempo que con fertilización se produce un nuevo individuo cuyo programa de desarrollo y vida es diferente del programa de sus progenitores. Ahí está ya su principio de vida; ese programa marca el desarrollo de la totalidad de su organismo y en él está perfectamente situado también el programa de desarrollo del sistema nervioso como el de los demás sistemas. (5)A lo largo de la historia se ha expresado esta verdad de diferentes maneras. Los griegos utilizaron el sustantivo "axioma", que en el campo de la lógica se usa para designar las verdades eminentes, para nombrar el valor, asimismo el más sublime en el ámbito real, de los seres personales; Kant acuñó la expresión, feliz y hoy manoseada, de "fin en sí mismo", pues quería dejar claro que el desafuero más grande que se puede cometer contra una persona humana es tratarla como medio.Si es persona es inviolable, tiene un valor no venal, muy superior al dinero, llamado dignidad.
5-Legislación comparada.
-El Congreso brasileño aprobó la ley que autoriza las investigaciones con células madre extraídas de embriones humanos. La nueva norma tiene por fin: generar avances terapéuticos que se tornan imprescindibles en enfermedades como el mal de Alzheimer y el Parkinson, y ayudar a la recuperación de pacientes con lesiones neurológicas.La flamante ley brasileña, llamada de Bioseguridad, fija límites temporales para el empleo de embriones humanos fertilizados in vitro para fines reproductivos. Sólo se liberan para la investigación aquellos que hayan permanecido congelados no menos de tres años. Luego de ese tiempo, las clínicas y hospitales los suelen descartar por considerarlo inaptos para su implantación en el útero y el desarrollo del feto.
-Gran Bretaña, que hace cuatro años se convirtió en el primer país del mundo en permitir la clonación terapéutica, conforma con Corea del Sur el grupo de naciones pioneras de ese tipo de tecnología biológica, cuyo objetivo es aportar nuevos tratamientos para enfermedades hoy incurables.
-Así como científicos surcoreanos e ingleses se disputan la delantera en el campo de la clonación con fines terapéuticos,- el presidente norteamericano Barack Obama ha procedido a liberar los fondos públicos que financian este tipo de investigación, teniendo en cuenta que el anterior mandatario George W. Bush había vetado, durante su gestión cualquier proyecto de ley destinado a levantar restricciones sobre las investigaciones de células madre embriónicas.
- En tanto en Francia o en Alemania, la clonación terapéutica, como modo de obtención de células madre embrionarias, es éticamente inaceptable y está terminantemente prohibida. (6)
6- Su tratamiento en Argentina- Aspectos jurídicos.
Cabe examinar el aspecto jurídico cabiéndole al legislador adoptar una normativa adecuada a la problemática.
En lo relativo a la investigación de terapias celulares, en la Argentina no existe legislación al respecto.
“Por lo pronto el proyecto de Código Civil y Comercial, remitido no hace mucho tiempo por el Poder Ejecutivo al Congreso propone” Prohibir las prácticas eugenésicas tendientes a la selección de genes, sexo o caracteres físicos o raciales se seres humanos”, la modificación de los caracteres genéticos para “ alterar los caracteres de la descendencia, salvo que tenga por objeto exclusivo evitar la transmisión de enfermedades o la predisposición a ellas” y “toda práctica que afecte la integridad de la especie humana o de cualquier modo tienda a la selección de las personas o la modificación de la descendencia mediante la transmisión de los caracteres genéticos” ( Art. 111). (7)
Pero es dable notar que la prohibición carecería de sanción si no se lo tipifica como delito en la ley Penal.
En consecuencia, es imprescindible legislar vetando la manipulación genética de células germinales humanas (óvulos y esperma). Prohibiendo explícitamente la "producción, almacenamiento o manipulación de embriones humanos destinados a servir como material biológico disponible"; haciendo especial hincapié en la necesidad de extender dicha prohibición a la clonación terapéutica, previendo que se torna inevitable que la clonación reproductiva la suceda, a falta de una prohibición mundial efectiva.
Notas:
(1) Bioética de las Células madre - Dr. José L del Barco .
(2) Bioéticaweb.com- Dr. Justo Aznar
(3) Bioética de las Células madre- Dr. José L. del Barco –Universidad de Málaga
(4) Bioética de las Células madre- Dr. José L. del Barco –Universidad de Málaga
(5) N. López Moratolla –Experimentación en seres humanos. El significado de la vida humana. Cap. 8
(6) Fuentes: Agencias AP, AFP, Diario Clarín, sección Sociedad, 04-03-2005
(7) Dr. Augusto Belluscio, Revista Símbolo N°84 , Marzo –Abril 2007, “La Clonación Humana frente al Derecho”