Carlos Donoso Castex
Vicepresidente de la Asociación Internacional de Fiscales
Todos conocen que hay diferentes realidades entre los países del mundo en materia económica, social y política. Pero a veces cuesta imaginar hasta donde llegan y sobre todo en el ámbito judicial. Mientras que en países del primer mundo las reformas judiciales se piensan sin debatir el costo de su implementación, en Argentina la lucha es por conseguir recursos para el trabajo diario y en algunos Estados de África la preocupación es formar a estudiantes de derecho porque no tienen bibliografía traducidas a sus lenguas nativas.
Esa experiencia tan variada e impactante recogió el fiscal de Instrucción de la Capital Federal Carlos Donoso Castex en los cinco años que lleva como vicepresidente por la región de Sudamérica de la Asociación Internacional de Fiscales (IAP), la única organización internacional que nuclea a fiscales de todo el mundo y que integra desde 1999.
La IAP fue creada en junio de 1995 en las Naciones Unidas, en Viena, y está integrada por alrededor de 140 organizaciones de Ministerios Públicos y 1500 fiscales de 130 países del mundo. Por la Argentina están inscriptos la Procuración General de la Nación, la Asociación de Fiscales y Funcionarios de la República Argentina (AFFUN) y la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Nación (AMFJN), a quien Donoso Castex agradece el apoyo incondicional que recibió.
La organización nació por “el rápido crecimiento del crimen internacional” y con el objetivo de afianzar los vínculos entre fiscales de todas las regiones. “El delito hoy no respeta las fronteras –sostuvo Donoso Castex–. En cuestión de segundos una transferencia bancaria se hace con apretar una tecla y no puede ser que después desde los sistemas judiciales se tarden meses o años para tratar de averiguar sobre una transferencia. No podemos seguir combatiendo el delito con sistemas o métodos que se utilizaban hace 40 años atrás”.
Así como existen diferencias entre las realidades judiciales también hay coincidencias. “En lo que hay un consenso generalizado es luchar por la independencia de los fiscales”, apuntó Donoso Castex y agregó que también preocupa “la seguridad de los fiscales”, que han sido asesinados en varios lugares del mundo, entre ellos Latinoamérica.
Argentina será sede el año que viene de la conferencia regional de Sudamérica de la IAP que se realizará del 22 al 24 de abril en la ciudad de Buenos Aires, y de la que se prevé que participen entre 250 y 300 fiscales del continente.
¿Cuáles son las diferencias más acentuadas que notó a partir de su experiencia entre los fiscales de otros países en comparación a los de Argentina?
Las vivencias entre cada región son muy grandes. Las situaciones sociales de cada país son muy diferentes y eso influye en la realidad en la que se encuentran todos los días los fiscales. A título de ejemplo, recuerdo una experiencia de hace unos años charlando con unos fiscales de África cuando nosotros atravesamos la crisis económica de 2001 y la problemática de contar con los insumos básicos para trabajar diariamente. Y ellos me decían “eso para nosotros no sería tan grave” porque la dificultad era formar a sus estudiantes de derecho porque no contaban en muchos casos con bibliografías traducidas a las lenguas nativas. En muchos países las reformas legales que se discuten no tienen en cuenta la problemática de la implementación y el problema económico que conllevaría poner en marcha determinados cambios porque saben que cuentan con los medios para hacerlo. Nosotros sabemos bien que en nuestro país, como en otros lugares del mundo, el tema económico tiene que ser analizado porque no cualquier reforma puede implementarse. Cada país y su realidad es muy diferente entre uno y otro.
¿Y cuáles son los temas de preocupación que atraviesan a todos los fiscales del mundo?
En lo que hay un consenso generalizado es luchar por la independencia de los fiscales. Par poder tener un sistema de justicia en el que los fiscales tengan un rol protagónico, debemos tener realmente independencia en el ejercicio de la función. Y si bien esto puede estar amparado por normas legales ahí no termina todo porque en la práctica se vulnera.
¿Hay lagunas regiones donde sea más inseguro ser fiscal?
El tema de la seguridad de los fiscales a la IAP la preocupa de sobremanera. De hecho hace varios años atrás se creo lo que se llama el Libro de Honor en el cual se reconoce a los fiscales que mueren en el ejercicio de la función. El primer fiscal que se incorporó a este libro fue uno de Venezuela, a propuesta mía, que falleció a raíz de un atentado explosivo a la camioneta en la que se desplazaba a dar clases a la universidad y que estaba llevando investigaciones importantes en su país. La IAP también generó un grupo de trabajo, que integre desde 2006 hasta el 2008, que aprobó el documento que llamamos “Estándares de seguridad para los fiscales y sus familiares”. Este documento tiene como idea que se conocido en cada país y aprobado por cada Procuración pretendiendo que los Gobiernos tomen conciencia de esta problemática. Evidentemente, en determinados países el terrorismo es un flagelo y hay tenido que padecer la muerte de varios colegas. A dios gracias en nuestro país no hemos tenido que atravesar esta circunstancia tan dolorosa. Pero tenemos que ser conciente esto en el mundo ocurre y no tan lejos. En Sudamérica, y más allá del caso de Venezuela, ha habido varios fiscales muertos en México, Perú, Colombia, Brasil, por citar algunos ejemplos. La idea es prevenir, actuar y no tener que reaccionar cuando sea tarde y tomar conciencia de eso. A veces se espera que las cosas ocurran para adoptar las medidas de seguridad que correspondan.
Desde la reforma constitucional de 1994, el Ministerio Público es un órgano independiente. ¿En otros países siguen dependiendo de los Gobiernos o de las Cortes Supremas?
El ejemplo argentino, a título personal, como órgano extrapoder es un gran paso adelante. La realidad es que muchos de los Ministerios Públicos esta incluidos dentro de lo que es la órbita o del Poder Ejecutivo o Judicial. Pero la sola circunstancia de estar fuera como órgano extrapoder no puede garantizar la independencia. La independencia de los fiscales son los propios colegas quienes deben hacer de ello un norte. Más allá de las normas que haya siempre puede haber intentos de influir en los fiscales. Cualquier intento de influir sobre un fiscal va a afectar las reglas del juego de un proceso penal justo.
¿Sus colegas de otros países que le preguntan sobre la Justicia argentina?
Las conversaciones siempre van para conocer cómo es la organización de cada país, la independencia y los recursos que uno tiene. Una de las cosas más importantes de las relaciones que uno ha cosechado es generar vínculos que permitan la cooperación internacional entre fiscales de una forma más fluida que permitan buscar soluciones a temas concretos que se planten en uno u otro lado. Hace un año y medio, dos años una fiscal argentina me pidió cooperación porque tenia un problema vinculado a unos chicos que habían sido abusos en el país y que en ese momento se encontraban viviendo en Suecia. Me pidió colaboración para ver cómo eran las normas de interrogatorio en ese país. Tome contacto con un colega de Noruega que me vinculo con alguien e Suecia y en 48 horas recibí la información que la fiscal argentina quería. Ella después supo que había una investigación paralela en Suecia y también le acercamos los datos con el colega del país europeo. Estas cosas son muy importantes porque más allá de los exhortos y de las cuestiones formales que rigen tenemos que generar algún tipo de canal de información fluida porque hay que entender que el delito hoy no respeta las fronteras. Los delincuentes saben de la problemática que se generan para los requerimientos en el extranjero. En cuestión de segundos una transferencia bancaria se hace con apretar una tecla y no puede ser que después desde los sistemas judiciales se tarden meses o años para tratar de averiguar sobre una transferencia. No podemos seguir combatiendo el delito con sistemas o métodos que se utilizaban hace 40 años atrás.
Respecto de esa cooperación internacional, ¿se planteó en la IAP la idea de impulsar justicias regionales?
Es un tema que debe revisarse con mucho cuidado porque cada país tiene una forma de ver estos temas de manera diferente. Existen tribunales internacionales a los que no han adherido todos los países pero eso no significa que tengan que ser segregados. Hay que respetar las decisiones y las autonomías de cada país. Esas son decisiones de los Gobiernos que van más allá de la IAP. La Asociación intenta no involucrarse en cuestiones políticas, de hecho en sus primeros artículos del acta constitutiva queda bien en claro que es una organización profesional, apolitica y que busca la capacitación de los fiscales y el resguardo de sus intereses profesionales. Pero no involucrarse en cuestiones políticas, más allá que en algunos casos por supuesto que las situaciones se rozan.
Uno de los grandes reclamos de los fiscales argentinos es la creación de una Policía Judicial. ¿Existe esto en otros países del mundo y con que resultados?
Estoy a favor de la creación de una Policía Judicial y para eso es importante ir hacia el sistema acusatorio en el cual pareciera haber consenso hace mucho tiempo y por una cosa u otra estamos a mitad de camino en este sistema mixto, si bien con un enorme avance en el rol que deben cumplir los fiscales. Sin duda hay Policías Judiciales en otros países, pero lo importante en esta temática es no comprar modelos a libro cerrado. La experiencia indica que cuando uno se encuentra en reuniones en el exterior que es muy habitual que la gente hable de las maravillas de sus sistemas. Pero siempre los exhorto a que hablen de los fracasos. Porque cuando uno se propone cosas seguramente se fracasa en algunas oportunidades. Y también de los fracasos ajenos hay que aprender para no cometer los mismos errores.
Habló del sistema acusatorio y mixto. ¿Cuál predomina en el mundo?
En general, la mayoría de los países tienen un sistema acusatorio y van, o hay, un consenso generalizado en quienes no lo tienen en ir hacia así. Lo que sí existe es una diferencia de sistemas legales en cuanto al sistema del common low o al legal continental europeo. Ahí podemos ver diferencias legales a cómo esta organizada la justicia. Pero en cuanto a la necesidad de tener fiscales que pueden llevar adelante en forma directa las acusaciones o investigaciones hay un consenso generalizado en cuanto hay que dejar atrás el sistema inquisitivo que tuvimos nosotros en el cual esa esquizofrenia del juez que se suponía que debía ser independiente pero ese mismo magistrado era el que reunía las pruebas que después iba a evaluar. La razonable es que haya un fiscal que reúna las pruebas, que formule las acusaciones, que haya una defensa para garantizar los derechos del acusado y luego sea la decisión de un juez.
¿Hay algún sistema de organización judicial en el mundo que sea distinto a los más conocidos?
Hay muchas cosas diferencias. Solo con pensar en países de África, de Asia, países con distintas tendencias políticas, regimenes. Incluso hay países que el sistema democrático realmente no brilla por su ejercicio pero pese a ello hay sistemas judiciales imperantes que evidentemente su independencia sin duda alguna cuesta pensar que pueda ser mucha. Pero así y todo existen sistemas legales y hay gente que debe recurrir a ellos. Con lo cual pensemos que la situación que se plantean en los distintos países son muy diferentes. Pero no solo como sistemas legales, sino por las realidades sociales, económicas, culturales.