La iniciativa apunta centralmente a reformar el artículo 79 del Código Contravencional. Actualmente el Código establece una sanción de uno a dos días de trabajo de utilidad pública o una multa que va de los 200 a los 400 pesos, para las personas que exijan una retribución por el estacionamiento o el cuidado de los coches de manera ilegal.
Además si hay una organización previa de la actividad, la sanción se eleva al doble para quien desempeñe funciones de organizador.
Por su parte, la propuesta de las asociaciones vecinales establece otro tipo de sanciones al respecto. “Quien exige retribución por el estacionamiento o cuidado de vehículos en la vía pública sin autorización legal, será sancionado/a con la pena única de 30 días de prisión. La Policía Federal Argentina será autoridad de aplicación para detener al infractor hasta tanto comience a trabajar la Policía Metropolitana” consignan.
Para lo cual se dispone que sea la cárcel contravencional de la Ciudad de Buenos Aires (60 celdas en calle Viamonte y 15 celdas en la calle Humbolt), el lugar indicado para que los contraventores sean alojados por dicho plazo (79 quárter).
El 79 bis establece un punto por lo menos polémico. “El/la cuidacoches que sea denunciado ó sea tomado in fraganti delito será detenido en el acto por las fuerzas de seguridad mencionadas en el artículo 79 y será conducido a la dependencia policial más cercana donde quedará a disposición del Fiscal interviniente” dice la iniciativa.
Asimismo los fiscales contravencionales, de aprobarse esta ley, “deberán bajo apercibimiento de remoción recorrer en forma rotativa dos veces por mes todas las zonas afectadas por el accionar de los cuidacoches, según el número de denuncias efectuadas, a los efectos de tomar contacto in situ con la problemática y coadyuvar a los vecinos y la policía a combatir la contravención”.
La presentación de la iniciativa fue realizada por las asociaciones de vecinos “Defendamos Buenos Aires” y “Malditos Parquímetros”, junto con el abogado Javier Miglino el lunes pasado en la Legislatura porteña.
Con un tono despectivo, Miglino explicó que “durante todo el año 2009 la mafia de los trapitos asoló las calles de Buenos Aires” y “envió al hospital a un chico en Palermo Soho”. Asimismo se refirió a lo ocurrido en la localidad de Quilmes donde “tuvimos la primera muerte de un vecino causada efectivamente por la mafia de los trapitos”.