“Esta Corte se dedicó a que se cumplan los derechos económicos y sociales”, dijo el magistrado y puntualizó la labor del Máximo Tribunal en la protección de los derechos de los trabajadores y de los jubilados. “Siempre vamos a ser previsibles”, sostuvo.
Ante un salón de actos colmado, Lorenzetti dijo que el Poder Judicial debe ser el más previsible de los poderes del Estado porque es el que “mantiene el equilibrio sustantivo de las reglas del juego”.
En las democracias, aseguró el titular de la Corte, “los jueces son un poder contramayoritario, son los que ponen límites a las mayorías”. “Los jueces no debemos gobernar”, manifestó Lorenzetti.
En esa tesitura, el magistrado señaló que “los poderes del Estado no deben judicializar arbitrariamente” y añadió que “no es buena la judicialización [de la política] y tampoco es bueno que los jueces vayan más allá [de sus competencias]”.
En un adelanto de la labor del Máximo Tribunal para 2010, Lorenzetti ratificó la necesidad de entender al Judicial como un Poder del Estado, y reivindicó la idea de tener una justicia más accesible y más rápida, lo que calificó como “un reclamo justificado del pueblo”.
También resaltó el mejoramiento del trabajo con los medios de comunicación durante su gestión. “Es obligatorio para los jueces explicar los fundamentos de sus decisiones”, dijo Lorenzetti al tiempo que destacó la implementación de nuevas tecnologías y canales de comunicación.
El titular de la Corte incluyó en su discurso referencias a sus seis colegas en el Máximo Tribunal. Rescató lo hecho por Elena Highton de Nolasco al frente de la Oficina de Violencia Doméstica (cuya idea surgió durante la presidencia de Enrique Petracchi, dijo) y por los cambios en el Cuerpo de Peritos Contadores.
También ponderó la labor de la ministra Carmen Argibay como cabeza de la Oficina de la Mujer y en el mejoramiento del Cuerpo Forense y ratificó el trabajo de Juan Carlos Maqueda en la Obra Social. Subrayó el instituto de investigaciones sobre el Poder Judicial, a cargo del ministro Raúl Zaffaroni. “Tenemos que tener, como dice [Carlos] Fayt, un Estado inteligente”, remató al referirse a sus colegas.
Lorenzetti también ratificó la importancia de la vigencia del Estado de Derecho y dijo que “es fundamental que los ciudadanos no sean perseguidos por sus ideas”. En ese sentido, calificó de “extraordinaria” la tarea de la comisión Interpoderes para que avancen los juicios por delitos de lesa humanidad.
En relación con la “independencia del Poder Judicial”, el presidente de la Corte que ésta tiene que ver con un deseo no sólo de los jueces sino también “de los ciudadanos”. En este sentido, Lorenzetti hizo votos para que el Poder Judicial cuente con un presupuesto autónomo, algo que, según él, mejoraría el funcionamiento del tercer poder.
El magistrado sostuvo que “nunca hubo tanta unidad en el Poder Judicial” y enumeró las relaciones con la Federación Argentina de la Magistratura (FAM), con la Asociación de Magistrados y Funcionarios de Justicia Nacional y con JUFEJUS. “En proyectos de autonomía –dijo- tenemos que integrar a los trabajadores, a sus gremios y a la abogacía”.
Asimismo, en el marco del año del Bicentenario, pidió un “cambio de paradigma” para “construir sobre lo que nos une”.
El único orador del acto, que se extendió por algo menos de una hora, fue Lorenzetti. Desde el palco lo escuchaban seis ministros de la Corte; el ministro de Justicia, Julio Alak; la Defensora General, Stella Maris Martinez; y el Procurador General de la Nación, Esteban Righi.
Entre el público se pudo ver a los jueces federales María Romilda Servini de Cubría, Marcelo Martínez de Giorgi y Daniel Rafecas; a la ex secretaria de Justicia, Marcela Losardo y a Luis Cabral, Mariano Candioti y Santiago Montaña, consejeros de la Magistratura. También participaron del acto Madres de Plaza de Mayo.