El juez federal presentó este jueves un descargo por escrito ante la comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura, donde había sido citado por la denuncia que le iniciaran los abogados de Zanola a raíz de sus “manifestaciones públicas” en la causa por medicamentos adulterados. Dijo que en todo momento actuó con “mesura, prudencia y reserva”.
El juez federal Norberto Oyarbide aseguró este jueves, en un descargo presentado ante el Consejo de la Magistratura, que las declaraciones públicas que hizo en la causa por los medicamentos adulterados fueron para “alertar a la población sobre los potenciales riesgos”.
El magistrado estaba citado para este jueves, a las 13, en la comisión de Disciplina y Acusación (que se levantó por falta de quórum), pero prefirió presentar el descargo por escrito, una posibilidad que le permite el reglamento del Consejo.
Oyarbide fue denunciado por los abogados del gremialista Juan José Zanola, Federico Figueroa y Mario Fenzel. Si bien la votación para promover su citación fue discutida, finalmente se impuso la propuesta del consejero-senador Ernesto Sanz que pidió que el juez federal aclarara la situación. El oficialismo en el Consejo votó por la desestimación de la denuncia.
En su escrito, de 13 carillas, el magistrado defendió su accionar y dijo que “un estricto silencio, por irreprochable que fuera (…), no habría nunca de explicar el hermetismo de un magistrado sobre la harto sensible información existente” en la causa, que según él, era “trascendental para la supervivencia de un importante sector de la población (pacientes oncológicos o con HIV)”.
Oyarbide ponderó que la “gravedad” de la situación por los medicamentos adulterados generó la intervención de la Obra Social Bancaria, ordenada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El magistrado dijo que sólo podía “ser responsable de lo que cierta e inequívocamente” hubiera sido declarado por él y que no podía hacerse cargo de la forma de publicación en los medios gráficos o edición en los medios audiovisuales sobre sus dichos.
El juez federal recordó que los abogados de Zanola y Paula Aballay señalaron que él había actuado “ante los medios de comunicación exhibiendo una exposición pública” que puso “en duda la confianza de la sociedad en su imparcialidad”.
En ese sentido, dijo que sus manifestaciones públicas “no son susceptibles de dudas acerca de la preservación del principio de imparcialidad que en toda ocasión” debe preservar un magistrado y enfatizó que actuó “en todo momento con plena adopción de los recaudos de mesura, prudencia y reserva” determinados en el artículo 8º del Reglamento para la Justicia Nacional.