Fue la investigación del renovado grupo de
fiscales de la UFIT (Unidad Fiscal Tributaria) que lidera Maximiliano Rusconi, quien logró modificar su imagen de intelectual puro por la de hombre operativo en la lucha contra la evasión impositiva. Este cuerpo se metió de lleno en uno de los negocios mas complicados y conflictivos de la Argentina: los correos, actividad que segun un informe oficial, cuenta con casi 200 empresas que no están registradas en ningún lado. Lo cierto es que ha logrado detectar una evasión millonaria en varias de esas empresas, justo cuando el Estado
trata de exigir al Correo oficial el pago del canon. Por ejemplo, hay empresas que distribuyen cartas en todo el territorio nacional y tienen oficialmente declarados ante la ANSES a 2 empleados, lo que ha llevado a decir
al siempre ocurrente juez Cruciani que "a las cartas las debe entregar Superman". Los entendidos en el tema concluyen que no tendría razón de ser la existencia de dos sectores de prestatarios, oficial y privado, lo que dejaría libre el camino para que el servicio de correo quede en el ámbito privado de manera total. Ahora, la movida la tiene Miguel Schamun (el fiscal de los Fassi Lavalle) del fuero penal económico, quien impulsa la investigación por habérsela delegado el famoso juez del moñito, quien por ahora, analiza la posibilidad de reasumir o no la instrucción en un juicio de tan controvertidos intereses.
dju / dju
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