El dictamen del INADI responde a una solicitud del Comfer, que consideró que el canal de cable Crónica TV había violado la ley de Radiodifusión al poner en pantalla un acto del autodenominado Partido Nuevo Triunfo, del dirigente neonazi Alejandro Biondini, y pidió al organismo que dirige Zaffaroni que determine si al mismo tiempo había sido infringida la ley penal Antidiscriminatoria (23.592, también conocida como ley De la Rúa).
“Soy contrario a toda medida de censura o análoga, y entiendo que esos extremos se pueden evitar con la observación de ciertas pautas éticas elementales, asumidas voluntariamente como autolimitaciones ético-periodísticas empresariales”, opinó con mesura el prestigioso penalista al descartar que el canal hubiese violado la normativa contra la discriminación. Al mismo tiempo opinó que “sería bueno que las empresas comprendan el enorme riesgo que encierra la difusión de simbología violenta y de odio racial y religioso”.
De todas formas, Zaffaroni consideró que sí habría elementos violatorios de la ley por parte de Biondini y sus seguidores, por lo que dio conocimiento al Ministerio Público del material que le había mandado el Comfer. En el dictamen, el INADI hizo un análisis de la conducta de los integrantes del Partido Nuevo Triunfo en el acto televisado por Crónica TV.
Según el organismo que depende del Ministerio del Interior “hay elementos que pueden ser equívocos si fuesen utilizados aisladamente, pero que usados en conjunto no dejan lugar a dudas acerca de la intención de emplear la simbología de la ´cultura nazi´”. Y cita por ejemplo el uso de brazaletes y estandartes con una cruz gamada trunca (svástica); el saludo romano, común con el fascismo y el falangismo; el trato de camarada; el fondo constante de marchas marciales; y la referencia discursiva al “sionismo internacional”.
Pero Zaffaroni no se quedó en las recomendaciones al Comfer, sino que también hizo una reflexión respecto de la influencia de este tipo de agrupaciones en la sociedad: “Estos grupos pequeños, dada la ideología violenta que expresa por lo menos su simbología, tienen la particularidad de atraer a muchas personas con signos patológicos y, por ende, con comportamientos imprevisibles. Este riesgo no puede ser ignorado, como tampoco que suelen reclutar jóvenes y adolescentes que, por efecto lógico de su etapa evolutiva, son mucho más inmaduros y por ende propensos al “acting out” (paso del pensamiento a la acción)”.