En octubre, los bolivianos elegirán a los jueces de los tribunales superiores mediante el voto. DiarioJudicial.com consultó sobre la viabilidad de realizar una elección similar en la Argentina. Opinan Daniel Sabsay, Gregorio Badeni, Roberto Boico, Rafael Gutiérrez, y Andrés Harfuch.
El próximo 9 de octubre los bolivianos elegirán a través del sufragio universal a los integrantes de su Tribunal Superior de Justicia, del de Constitución Plurinacional, el Agroambiental y el Consejo de la Magistratura.
El hecho es histórico a nivel mundial. Por eso, DiarioJudicial.com decidió relevar la opinión de expertos en la materia y preguntarles si les parecía factible que se aplique la medida en Argentina.
"Guiándome por la experiencia recogida de las elecciones que se realizan en algunos estados de Estados Unidos, podría decir que la iniciativa no es muy positiva", contó el abogado constitucionalista, Daniel Sabsay.
"El riesgo en este tipo de elecciones es su partidización, es decir, que los jueces se conviertan en representantes de sus partidos y no de la Justicia. En primer lugar, nadie puede justificar la idoneidad técnica de los postulantes porque su elección no será producto de un concurso, y es factible que carezcan de la necesaria independencia de criterio por su relación con la organización que los proponga como candidatos", precisó Sabsay.
Aunque también aclaró que "esto no quiere decir que me oponga de manera tajante", pero afirmó que "la experiencia en Estados Unidos ha demostrado que no es un modelo que haya funcionado adecuadamente".
Finalmente agregó que "la gente no tiene suficiente información sobre los antecedentes de los candidatos, y aunque se publicaran esos datos aún quedaría resolver la capacidad técnica de las personas para saber cuál es mejor para ocupar el cargo de juez, que requiere de saberes muy importantes, por ejemplo, a la hora de un fallo. No basta con las buenas intenciones".
A su opinión se sumó Gregorio Badeni, quien aseguró a DiarioJudicial.com que “una medida semejante implica politizar el Poder Judicial, ya que en el futuro los magistrados se van a ver afectados por la opinión de las personas que los van a votar. Por eso sus decisiones serán parciales y medidas según lo que él considere que pida la gente y no en sus conocimientos vertidos objetivamente a la hora de realizar una sentencia”.
"Los magistrados van a obrar con criterio político para seguir en el cargo. La politización del Poder Judicial es nefasta”, afirmó.
"Si hoy algunas personas se agravian por las decisiones de jueces federales que fallan de tal forma para mantener su cargo, habría que imaginar qué pensaría la gente si ese juez hiciera lo mismo pensando en sus posibles votantes”, agregó Badeni.
Pero no todos los constitucionalistas opinan de la misma forma. Roberto Boico cree que "la democratización de la administración de Justicia es una deuda que tenemos pendiente. Las dificultades de un poder contramayoritario como es el judicial es que no resiste lo que es la objeción democrática, en ese sentido, la elección de los jueces podría ser un mecanismo para, justamente, darle un tenor más democrático".
Pero, de todas formas, agregó que "nuestra cultura jurídica todavía está en una distancia muy grande respecto de esta posibilidad. Deberíamos dar un primer paso, como sería la instauración del régimen de juicio por jurados. De esa forma se brindaría transparencia a las decisiones, y sobre todo se podría ejercer un Tribunal popular".
"Hay distintos tipos de formas para elegir a los jueces. Si es a través del sufragio popular me parece que es una aventura interesante que en algún momento deberíamos emprender, pero la medida merece pasos intermedios", aseveró Boico.
"Para mí, el principio general es que todo avance respecto del control ciudadano de los poderes del Estado es saludable", cerró.
Rafael Gutiérrez, presidente de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia del país (JUFEJUS), estimó que "elegir a un juez por voto popular es como elegir a un docente de Universidad por sufragio popular. Me parece que las elecciones de magistrados tienen que estar hechas por gente capacitada e idónea".
"Más allá de que los jueces podamos tener alguna ideología o inclinación política, la experiencia me parece que se presentaría como un inconveniente para la independencia del Poder Judicial y sobre todo, para la independencia de los mismos jueces", dijo Gutiérrez.
Andrés Harfuch, miembro de la Junta Directiva Nacional del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) aclaró que "en Bolivia hay un proceso político que, si bien hay que darle tiempo para que madure, es novedoso en muchos aspectos. Están refundando de cero la administración de la democracia, por eso creo que allí es más factible que en nuestro país una elección de jueces".
"Quizás mucha gente aquí opine que una medida de esa índole es una barbaridad, pero lo cierto es que solo el tiempo va a decir si este sistema es totalmente repudiable o, en el futuro y con por ejemplo, una primera implementación de los juicios por jurado, se podrá llevar a cabo en nuestro país también", finalizó.