La posibilidad de que se concrete la audiencia obedece a que Bagnasco echó mano de la flamante ley 25.230 (ley de fueros) que permite la citación de un magistrado sin pedir el juicio político del juez imputado, contrario a la interpretación de su colega Claudio Bonadío, quien considera que la ley sólo alcanza a los miembros de la Corte.
Ambos magistrados mantienen un viejo enfrentamiento, pero su rivalidad se acrecentó cuando Laclau acusó, en declaraciones periodísticas, a Mari Arriaga de "cajonear" expedientes y dilatar las causas sin motivos aparentes, lo que hizo que este último iniciara una querella.
En una extensa presentación ante la justicia federal, el juez querellante destacó las "innumerables falsedades vertidas por el querellado atribuyéndole conductas ajenas a su desempeño" y que esas imputaciones se "trasladaron a la opinión pública" a la que calificó como "escenario ajeno a la solución de diferencias que pudieran existir entre los magistrados".
Temas relacionados:
Querella entre camaristas de la Seguridad Social 13/09/2000