En el Consejo de la Magistratura por la tardanza que desde el ministerio de Justicia - se espera un cambio favorable ahora con el nuevo y más experimentado secretario de Justicia- se le impone a los nombramientos de jueces y camaristas. Es que la comisión de Selección, conducida por el casarense Mario Gersenobitz, ya elevó más de 10 ternas conformadas por riguroso concurso y oposición de antecedentes y el Poder Ejecutivo sólo nombro al juez federal de Comodoro Rivadavia, Carlos Compaired. Los consejeros se encuentran molestos porque desde la política y desde el periodismo se los responsabiliza a ellos sobre estas demoras en las designaciones de magistrados, el objetivo más importante para lo que fue creado el Consejo, pero nada se dice sobre la tardanza que incurre el Gobierno en designar y mandar al Senado para la aprobación de los pliegos correspondientes. Si bien el Consejo se ha ganado fama de inejecutividad, tampoco es menos cierto que otros sectores de la actual administración no le ganen en este triste privilegio. La incorporación de Cruchaga -un hombre que pasó por ese cuerpo con impecable cintura política- sembró esperanzas para tener un diálogo más fluido y pragmático que permita la solución rápida de los problemas. En ese marco se incerta un proyecto para apurar trámites retrasados: se convocará a concurso para designar secretarios en cada una de las comisiones actuantes en el Consejo de la Magistratura.
hugo morales / dju
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