Contanzo hizo saber a través de su abogado defensor Esteban Righi, que de los elementos acumulados en el expediente ninguno de ellos alcanzaba para citarlo a indagatoria, a la vez que descalificó el anónimo que dio pie a la investigación al sostener que "no es un elemento de convicción suficiente".
Con la declaración indagatoria de Constanzo se cierran hoy las once declaraciones dispuestas por el magistrado, trámite para el cual el Congreso debío aprobar una nueva Ley de Fueros, que permite citar a los legisladores sin desaforarlos.
Constanzo fue mencionado en el anónimo como uno de los legisladores que cobró dinero y su secretario como quien junto con el secretario parlamentario Mario Pontacuarto se encargaron de la distribución de esas sumas.
Respecto de Fraga, Constanzo dijo tener "respeto" por su "idoneidad de trabajo" pero aseguró no conocer la casa que su empleado tiene en un country de Pilar, ni el registro Automotor de su padre.
En relación con el viaje que Fraga realizó con su esposa a Cuba cuando se desató el escándalo en el Senado, el legislador explicó que había estado "muy preparado y está absolutamente aclarado", porque tenía que ver con un festejo personal.
Sin embargo, reconoció que el automóvil Peugeot 405 mencionado en el anónimo como el vehículo que se usó para repartir el dinero, es de su propiedad.
Constanzo aseguró que en sus once años como senador "no he incorporado ningún solo bien", y explicó que entre sus bienes se encuentra un hotel (el Comahue) en la ciudad de Viedma, del cual es propietario de una tercera parte; algunas oficinas, su casa y "un pequeño departamento.
Asimismo, atacó a los autores del anónimo y sostuvo que se trata de "una burda infamia y una mentira", a lo que Righi agregó que a quien lo envió "le interesaba perjudicar a alguna gente y lo logró".