La denuncia se encuentra radicada en el juzgado federal a cargo de Gustavo Literas y cobró estado público a raíz de su difusión a través de la revista "Veintitrés", ya que desde la oficina que encabeza el ex camarista José Massoni no se brindaron detalles de la presentación.
De acuerdo con la denuncia a la que tuvo acceso ese medio gráfico la demanda apunta a los responsables de presuntas irregularidades en la obra de reconstrucción del hospital Diego Paroissien en la localidad de Maipú, de la provincia de Mendoza, en cuya licitación resultó favorecida la empresa Constructora San José Sociedad Anónima, cuyo presidente es Basilio Benito Pertiné, hermano de la esposa de De la Rúa y primera dama, Inés Pertiné.
Las obras en cuestión se inscriben en el denominado Programa de Reformas del Sector Salud (PRESSAL) que se implementa en distintas provincias, con fondos provenientes del Banco Mundial.
Para la concreción de las mismas, fueron abiertos dos procesos de licitación para contratar a la empresa que se haría cargo de la dirección e inspección de la obra, y para seleccionar a la constructora que se encargaría de la reconstrucción del hospital.
La denuncia tiende a determinar irregularidades en el proceso de licitación, ya que la firma de Pertiné resultó seleccionada en tercer lugar, con una oferta sensiblemente superior a la de las otras dos y obtuvo una extensión de plazos así como también una ampliación en el presupuesto, luego que la primera licitación fuera anulada, en los primeros meses del actual gobierno.
De acuerdo con esa versión -ya que el contenido de la presentación de la Oficina no fue difundido- los primeros indicios acerca de la existencia de irregularidades fueron detectados por el presidente de la firma que obtuvo la primera de las licitaciones (encargada de supervisar la obra) Juán Pablo Quaglia, titular de la Consultora Quaglia y Asociados, quien denunció ante el ministerio que encabeza Hector Lombardo y luego ante la Oficina Anticorrupción a Juán Carlos Giménez, un directivo de la Gerencia de Adquisiciones del PRESSAL, quien le habría reclamado una coima en favor de un presunto funcionario del Banco Mundial, a modo de "atención”.
Giménez habría sido el mismo funcionario que le aseguró a Quaglia que la empresa que había ganado la segunda licitación era "del cuñado", cuando el empresario le planteó que Constructora San José no parecía dispuesta a la realización de la obra en los plazos y por los montos acordados.
La licitación ascendía inicialmente -a principios de 1999- a 4.200.000 pesos aproximadamente, pero el 27 de enero se anunció la adjudicación a San José por 5.889.464,46 pesos.
También de acuerdo con esa información la firma "descubrió" un desnivel en el terreno donde debían realizarse las obras y reclamó aumentar el presupuesto, por lo que obtuvo del Banco Mundial otros 320.730,85 pesos.