El presidente dijo que la norma consolida “los avances en la conquista de los derechos cívicos de la mujer” y refleja la “participación de la mujer en la vida política del país… en un plano de igualdad no declamativa sino sustantiva. Señaló también De la Rúa que el dictado de esta norma reglamentaria deviene necesaria para resguardar a la ley (de cupos) de “toda interpretación incorrecta”, garantizando a la mujer “su acceso a las instancias de decisión en la vida política e institucional”, “en consonancia con el espíritu del art. 37 de la Constitución Nacional: La igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y en el régimen electoral”.
Otro de los fundamentos que esgrimió el presidente para apoyar su decisión es la de respetar las normas y atender las recomendaciones que las instancias internacionales formulan a la Argentina en materia de legislación, indicando que en estos temas “se comprometería a respetarlas sin excepciones”, argumento que para muchos sonó como anunciatorio del inminente decreto de necesidad y urgencia que firmará sobre el tema de La Tablada.