A las cuentas que la Unión Cívica Radical tiene habilitadas en el ministerio del Interior para recibir los subsidios que periodicamente le entrega el Gobierno a los partidos políticos. El caso, que despertó la ira de Raúl Alfonsín, se originó por deudas atrasadas de la campaña electoral a la presidencia en el año 1995. En esa época, la UCR postuló como candidato al actual senador Horacio Massaccessi, quien firmó varios documentos para pagar gastos de campaña. Algunos, el rionegrino – quien atraviesa una difícil situación económica, al punto que tiene cobrada su dieta hasta fin de año- los levantó de su propio bolsillo, pero a otros se los dejó para la conducción nacional de la UCR. Es de norma que los partidos políticos dejen sus cuentas corrientes en cero para evitar malos tragos como estos, pero en este caso los abogados del acreedor fueron más listos: embargaron directamente las cuentas de pago del ministerio del Interior y ello hizo enfurecer a Alfonsín, quien nada pudo hacer para evitar el embargo. Demás está decir que después de esto, el distanciamiento de Massaccesi de la UCR es inexorable y su relación con el presidente del partido como con Fernando de la Rua es inexistente.
hugo morales / dju
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