Está el fiscal Carlos Cearras por este “rush” sorpresivo de Bagnasco –lo siguieron otros pares aunque con más cautela- apenas se reinició la feria. Es que Cearras, prácticamente se enteró por los diarios de la detención de Aldo Dadone y le transmitió su desacuerdo al juez, quien ahora debe procesarlo al ex banquero por este nuevo delito que lo llevó a la cárcel de Marcos Paz, la misma que inauguró el entonces ministro Elías Jassán, quien el día de la inauguración chanceó en recordada reunión de gabinete con que esperaba que ningún funcionario sea el primero en inaugurarla, cuando se extendía sobre las modernas características y comodidades del nuevo penal que reemplaza a la ex Caseros y pronto lo hará con la futura ex Devoto. O sea que Dadone deberá alternar con presos pesados como Carlos Telleldín o el ex comisario Juan José Ribelli, presos por el atentado a la AMIA y otros menos notorios pero de igual peligrosos, como “Tractorcito” Cabrera de la superbanda de Luis Valor. En tribunales sorprendió el endurecimiento del juez y se dio lugar a la pregunta lógica: ¿tanto rigor habrá sido para ablandar a Dadone porque el juez supone que puede involucrar a alguien de mayor vuelo político? La pregunta cortó el aire y alimentó más de una usina política.
hugo morales / dju
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