Su fracaso podría llevar m s agua al molino de los detractores que no se encuentran solo entre los sectores que respondieron al menemismo judicial. Fiel a su estilo, Julio Cruciani considera m s democrático el anterior sistema de selección porparte del Poder Ejecutivo y del Senado porque estaba amparado por el poder de los votos que tiene el presidente y el poder delegado de las provincias a los senadores. Su temor es que elConsejo de la Magistratura se vea atrapado por el cruce de intereses que suelen representar los colegios de abogados.
Para otros jueces las causas de la deserción están insertas enla situación actual por la que atraviesa el Poder Judicial. Por un lado señalan que es muy difícil para un juez presentarse a un ascenso de camarista si trasciende su posible fracaso quehasta puede estar condicionado por el pedido de un examen psicológico como lograron introducir los representantes de los abogados aunque al final, por la presión del sector judicialen el Consejo de la Magistratura, se dejó en optativo para el jurado que toma el examen. Ese posible bochorno es una barrera difícil de superar para quienes vienen formados dentro de unatradición de secretos y códigos corporativos.
Tampoco es extraño que se no se hayan presentado abogados de nota. Actualmente, una de las quejas que m s se escucha en los tribunales son los bajos sueldos de los jueces y la pobrezafranciscana en infraestructura con que se tienen que manejar los juzgados. La informatización sigue sonando como una lejana utopía propia de países desarrollados en las que los abogadosno tendrán que hacer largas colas y demoras para una consulta de solo 5 minutos. Un profesional exitoso gana varias veces mas que cualquier juez que dependa solo de su sueldo.
A esto debe sumarse, el temor casi reverencial que estáinvadiendo a muchos magistrados por las criticas, a veces despiadadas, que se hacen desde la prensa. Un juez que prefirió el anonimato, llegó a confesar a este diario, que no son pocoslos colegas que antes de emitir un fallo meditan sobre la reacción del periodismo y del Consejo de la Magistratura, que ha llegado a impulsar el juicio político por el grave hecho de no coincidir con las opiniones jurídicas vertidas en un fallo.
Obviamente, que en público nadie acepta este criterio. Jorge Casanovas, conocido como un de los mejores especialistas enDerecho Penal pero atacado por sus vinculaciones -ciertas o no- con el menemismo rechazó este argumento y en su postura personal fue lapidario: "el día que tenga que emitir un fallosegún la prensa, en ese mismo instante renuncio a ser juez". Pese a ello, el fantasma de la persecución deambula por lostribunales.
Hasta ahora, los concursos abiertos corresponden a Ushuaia, Concordia, Santa F‚, cuatro juzgados comerciales en la CapitalFederal y otros tantos tribunales orales en La Plata.
Precisamente en estos dos últimos lugares se esperaba una mayor cantidad de postulantes que superara a los casi 60pretendientes. Para el juzgado federal de Junín apenas si llegaron a los 47 anotados. Del total de esos inscriptos un 60 por ciento corresponde a secretarios de juzgados y el resto a profesionales poco conocidos.